Yucatán

Obligado por el COVID-19

Carlos Manuel Rodríguez Cauich tuvo que dejar su empleo como mesero en un restaurante del malecón para convertirse en voceador, noble labor que pone el pan en su mesa durante la pandemia

PROGRESO, Yucatán, 13 de junio.- “Debido a la pandemia del COVID-19, desde el mes de marzo tuve que cambiar mi profesión de manera radical, ya que de mesero pasé a ser voceador y con esta noble labor me he podido sostener y dar de comer a mi familia”.

Esto fue explicado por Carlos Manuel Rodríguez Cauich, de 43 años, originario de Peto pero radicado en este puerto hace 2 años. La aparición del COVID-19 ha cambiado radicalmente su vida, al grado de dejar su trabajo de mesero ante el cierre inminente de todos los restaurantes del Malecón.

“De manera forzosa, debido al cierre obligatorio de restaurantes donde laboraba, ahora todos los días de la semana vendo periódicos y el POR ESTO! es el ejemplar que se vende más en el puerto, comprobado; mi horario es de 6 hasta las 12 horas, de lunes a domingo”, apuntó.

Explicó que llegó a este puerto por medio de una constructora a realizar labores de albañilería, pero le gustó el ambiente de la ciudad y decidió quedarse a vivir.

En ese entonces conoció a su pareja y con más razón se quedó en la comisaría Flamboyanes. Recordó que los fines de semana lograba captar de 500 hasta 800 pesos sólo de propinas, más su sueldo que antes era de 82 y ahora se subió a 102 pesos diarios.

En los días más flojos, obteniendo de propinas 150 a 200 pesos y aparte de ser voceador en la esquina de los portales, hace trabajos de talacha de albañil, o de lo que le salga.

Esto debido a que la comadre de su esposa, Estrella Meléndez Montalvo, le cedió su punto de venta, lo tomó y al quedarse sin empleo se quedó acá y a su esposa por fortuna le salió otro trabajo en una carnicería en Flamboyanes; “ya con dos entradas de dinero, vamos saliendo”, apuntó.

“Gracias a Dios, durante la pandemia no nos ha faltado la comida en la mesa por los 3 meses y espero con ansias cuando dispongan las autoridades pertinentes reabrir los restaurantes”, refirió.

“Siento que ya pronto será, a lo mejor la próxima semana, ya me llamaron para ir a realizar limpieza o talacha, como le llamamos al restaurante”, reveló.

Hasta ahora no les han dicho el horario que trabajarán y al parecer habrá un recorte de personal, debido a las medidas y restricciones sanitarias de la nueva normalidad.

“Con esto esperamos que resurja de nuevo la economía y volver a ganar lo que antes se obtenía, para dar lo mejor y más necesario para mis hijos de 7 y 16 años, que como padres nos corresponde”, finalizó.

(Alfredo Canto May)