Yucatán

Carrillo Puerto, en camiseta

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Esta irrespetuosidad por nuestros monumentos públicos ya va siendo demasiada. Y el problema es de antiguo. Ya hemos comentado alguna vez que a comienzos del siglo XIX en nuestra alameda instaurada por don Lucas de Gálvez algún guasón le colocó un sombrero a la estatua del rey Fernando VII (el odioso “deseado”) y además un plátano en una mano a modo de cetro. Bueno, esta primera ofensa puede dispensarse por ser dicho rey quien era: un palurdo.

Muchos años después tachonaron el pedestal del monumento a don Justo Sierra, en el Paseo de Montejo, con propaganda política, lo que hacía ver a aquel conjunto escultórico como un carro alegórico de carnaval. Alguna vez voló la cabeza del padre Hidalgo allá por la galletera Dondé, pero no sabemos si debido a la intervención de algún grosero o a un fenómeno de la naturaleza. El busto de Carrillo Puerto en la entrada del teatro de la Universidad fue también lapidado y hubo que hacerle las debidas reparaciones.

Y parece que nuestro Mártir del Proletariado ha andado con mala suerte, por lo menos en efigie. Hace algún tiempo unos impertinentes le calzaron a otro busto suyo una camiseta, que de acuerdo con la fotografía más parece playera. Se trata del busto de Carrillo Puerto instalado en la glorieta de la colonia Azcorra. ¿Quién habrá sido esta persona irrespetuosa que pretendió ridiculizar el busto de una de las mayores glorias de Yucatán? Las autoridades se escandalizaron al conocer el hecho. Y no era para menos. Yo creo que necesitamos más vigilancia para cuidar de nuestra escultórica epónima, por otro lado, tan escasa. Aunque estamos seguros de que quienes se burlan así de nuestros símbolos cívicos lo hacen amparados por la complicidad de la noche…