Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
Y es que ninguna estatua está a salvo de la depredación y de la mofa. Ni aún las de los ídolos populares. Recordemos que el monumento al charro cantor Pedro Infante sufrió también de estos actos vandálicos. Claro que al charro no lo tocaron pero a su caballo (excelente trabajo del maestro don Humberto Peraza) le arrancaron de cuajo los testículos y no sabemos si, ya pasados los años, se ha reparado este daño a la estatua.
Claro que estos problemas de vándalos no sólo se dan en Yucatán pues ya sabemos de los daños sufridos por grandes obras maestras europeas como las de Leonardo y Miguel Ángel, pero diríamos como nuestros abuelos: ¡Valiente consuelo…!
Diversas noticias curiosas
Regalos navideños de nuestras antiguas tiendas.- En otros tiempos, por las Navidades, nuestras tiendas de barrio acostumbraban regalar a sus clientes con algún presente curioso y a veces muy útil. Por ejemplo nos regalaban calendarios (o almanaques) mismos que colgábamos en nuestras paredes.
Otros comercios regalaban diversos artículos, comestibles o no, por ejemplo, las panaderías una gran barra de pan francés. Las licorerías ofrecían a sus clientes botellas de champán o cierto vino. Hoy ya no hay nada de esto.
El “pay” no era un pastel.- Bueno, esto de pay es como se pronuncia la palabra “pie” (pastelito) en inglés, pero en este caso el “pay” no era un pastel sino un individuo llamado Germán Avilés, quien, ebrio, había abusado sexualmente de una infeliz muchacha afectada de retraso mental. Pero lo peor era que el “Pay”, para conseguir sus insanos propósitos, la emprendió a golpes contra su víctima. Claro que el delincuente fue a parar al calabozo, que es el lugar que le corresponde.