SAN PEDRO NOHPAT, comisaría de Kanasín, 18 de junio.– Mañana domingo es el Día del Padre, pero nueve niños que viven en la pobreza en cuartitos de dos metros cuadrados no conocen a sus progenitores porque los abandonaron.
En esta misma humilde vivienda ubicada sobre la calle 2 entre 61 y 63, sin número, también vive otro matrimonio con dos hijos más, por lo que son 15 las personas que habitan este inmueble.
Doña Francisca Xucú Basulto perdió a su hija Susana Vázquez Xucú, quien dejó huérfanos a cinco hijos menores de edad, por lo que la abuelita tuvo que hacerse cargo de ellos, ya que el padre de los pequeños los abandonó.
–Estos niños jamás han tenido la oportunidad de acudir a un salón de clases para aprender a leer y escribir, nos dice la abuelita con semblante triste por la situación precaria en la que viven y que con la pandemia se ha agravado.
“Yo me quedé con mis nietos porque mi hija Susana murió el 6 de diciembre del 2016, estaba muy joven (32 años) y de repente le dio un fuerte dolor en el estómago y falleció, pero me dejó a sus cinco hijos que nunca han conocido a su padre porque los abandonó, y yo ahora me hago cargo de ellos; sin embargo, no he podido mandarlos a la escuela porque no tengo dinero para comprarles lo que necesitan y ninguno ha aprendido a leer y escribir, sólo la niña de 13 años que le ayuda a una señora en una tienda de abarrotes está enseñándose porque su patrona, que es buena persona, le está pagando a una maestra para que le enseñe”, dijo esta abuelita.
Madre soltera
En esta misma casita, en un cuartito de dos metros cuadrados, vive Guadalupe Vázquez Xucú, hija de doña Francisca; ella es madre soltera porque el padre de sus cuatro hijos los dejó a su suerte.
“Yo a veces trabajo dos días ayudándole a una señora de una cocina económica que está por la carretera a Cancún y, aparte de mi sueldo, que son 200 pesos al día, lo que también ayuda mucho son las propinas y con eso lo estiro para que me alcance y poder sacar adelante a mis cuatro hijos, pero ahora con la pandemia está más difícil la situación y entonces tuve que hablar con una señora de aquí de San Pedro que presta dinero con intereses: por cada mil pesos le tengo que dar 300 al mes, pero yo quiero salir adelante; yo que no tengo la ayuda del padre de mis hijos; por eso conseguí 5 mil pesos para comprar mercancía y vender aquí afuera de mi casa y ganar algo más de dinero; hay que darle de comer a mis hijos con lo que alcance”, señaló.
Muy dura la vida
Desafortunadamente sus hijos tampoco van a la escuela.
“Mis hijos tienen 10, 9, 8 y 6 años, pero tampoco he tenido dinero para mandarlos a la escuela, apenas si tengo para comprar tortillas y frijoles y darles de comer; es muy dura la vida para nosotros aquí en San Pedro con dos días que trabajo a la semana; por eso me decidí a conseguir el dinero para poner mi tiendita para mejorar”.
En esta misma casita, en otro de los cuartitos de dos metros cuadrados, vive José Alejandro, que también es hijo de doña Francisca; está casado con Suemy Chan Canul y ambos han procreado dos hijos que actualmente tienen 10 y 4 años de edad, respectivamente.
“Mi hijo Alejandro sale a trabajar y con lo que gana nos ayuda a todos; él es muy trabajador y si sale algo de albañilería, así sea domingo, también se va a trabajar para que nos alcance para comer, aunque sea fideos con frijoles; aquí no comemos carne porque está muy cara, pero esta vida nos ha tocado vivir”, agrega doña Francisca.
Comparten la comida
Por su parte, la joven señora Suemy dijo que, entre todos, comparten los alimentos que pueden conseguir al día.
“Como aquí vivimos todos, pues nos compartimos la comida, ya sean frijolitos con sopa aguada y tortilla, lo que sea que alcance; quisiera pedirle por medio del POR ESTO! que nos ayuden con una vivienda, ya que tanto mi cuñada Guadalupe como mi familia y yo no tenemos vivienda propia; como puede ver, mi suegra nos permite estar en estos cuartitos muy pequeños, pero los niños van creciendo y pronto ya no cabremos; yo sé que hay beneficios para los que vivimos en la pobreza, que da casas el Gobierno del Estado; por eso, ojalá que nos puedan ayudar, que vengan a vernos para que confirmen en qué condiciones nos encontramos”, concluyó.
(José Luis Díaz Pérez / Fotos Cuauhtémoc Moreno)