Yucatán

COVID-19 deja sin empleo a pobladores de Cuzamá

La contingencia sanitaria por COVID-19 mantiene paralizada las actividades generadoras de ingresos en Cuzamá, por lo que pobladores se ven agobiados por la falta de empleos.
Foto: Luis Payán

La falta de trabajo es el principal problema que enfrenta Cuzamá debido a que las diversas actividades generadoras de empleo en el municipio aún no regresan al 100 por ciento de la normalidad.

El secretario del Ayuntamiento, Edgar Arcángel Soberanis Ortegón, explicó que aunque prácticamente todos los negocios están ya abiertos al público, el movimiento económico es bajo porque la mayoría de la gente no tiene dinero por los efectos de la pandemia del COVID-19.

Puso como ejemplo la parálisis de casi cuatro meses que llevan los paradores turísticos de la localidad, actividad que generaba ingresos no sólo para los que prestan el servicio, sino también para otros muchos sectores de la economía del municipio debido a que el turismo impacta en diversos giros.

Baja movilidad

Como muestra de la difícil situación económica que se padece en la comunidad hizo notar que los vehículos de transporte público con ruta hacia Mérida, cuya frecuencia era de cada 20 a 25 minutos, ahora es de una hora y hasta dos horas a veces.

–Esto es el reflejo de que no hay mucho pasaje, además de que está limitado el cupo a llevar, lo que reduce aún más los ingresos para los taxistas, acotó.

Hizo notar, asimismo, que la baja movilidad impacta a otros sectores como es el caso de los mototaxistas, quienes pasan bastante tiempo en espera de dar un servicio, a diferencia de lo que sucedía antes de que se decretara la contingencia sanitaria.

Agregó que un moto-taxista podía obtener al día hasta 300 pesos de ganancia y ahora apenas logra de 40 a 50 pesos, lo que apenas le alcanza para su gasolina.

No habrá fiesta del pueblo

Cuzamá registra una población aproximada de seis mil 500 habitantes, incluidas sus tres comisarías, y cuenta con unas 14 tiendas de abarrotes, siete tortillerías, cinco agencias de cervezas y otros pequeños negocios como loncherías, papelerías y de ventas de frutas y verduras.

La iglesia católica se mantiene cerrada, en tanto que algunos de los 11 templos evangélicos ya ofrecen servicios religiosos, pero con un número limitado de personas.

La fiesta de la población, en honor a la Virgen de la Natividad, se había llevado a cabo cada año e iniciaba el ocho de septiembre, pero en esta ocasión se suspenderá por la pandemia del coronavirus.

En la comunidad sólo se han detectado tres casos de COVID-19 y según explicó Soberanis Ortegón, la mayoría de la población sí cumple con acatar las recomendaciones sanitarias, y sólo algunas personas inconscientes se resisten.

Vigilancia

Observó que aunque los parques no están cerrados, la misma gente evita acudir a esos sitios como una medida consciente y responsable de autocuidado.

De igual forma la cancha de básquetbol se encuentra abierta, pero asimismo los jóvenes y niños no acuden para evitar riesgos de contagio.

Hizo notar que la policía mantiene vigilancia en los comercios y espacios públicos para verificar que se cumplan con las disposiciones sanitarias dispuestas por las autoridades estatales, sin llevar a cabo alguna acción represiva, sino sólo invitando a las personas a que cumplan con las disposiciones establecidas.

Por Rafael Mis Cobá