Yucatán

Don Chel, 35 años de hacer pan en Tekantó

José Alberto Canché Poot, mejor conocido como “Don Chel”, es uno de los más antiguos panaderos de Tekantó

José Alberto Canché Poot, mejor conocido como “Don Chel”, quien ha logrado estar vigente a pesar de los duros golpes de la vida; es uno de los más antiguos panaderos, oficio que aprendió desde muy pequeño.

Don “Chel”, como de cariño le llaman sus clientes, rememoró aquellos tiempos cuando era un niño de escasos 9 años y estaba cursando la primaria cuando empezó de ayudante en la extinta  panadería “La Sin Rival”, propiedad del difunto Eleazar Arjonilla; terminando las clases en la escuela, iba a la panadería limpiando latas, moldes para los panes, acarreando leña para el horno, poco a poco le buscó el gusto a este noble oficio que durante 25 años estuvo como empleado, hasta que al morir el propietario se hizo cargo hasta la fecha, 35 años como el dueño, donde su esposa e hijos lo apoyaban en la elaboración de pan francés y panes dulces.

Su panadería le ha dado de comer y logrado crecer a sus hijos; después que quedó viudo se quedó solo al frente del negocio, por la competencia y los estragos de la pandemia y los tiempos han cambiado; no hay ventas, poco a poco se va acabando; sin embargo, conserva a sus clientes que lo buscan por precio y calidad.

En la actualidad, generalmente hace entrega a domicilio, su producción ha mermado mucho antes de la pandemia del COVID-19; él se siente feliz por lo poco o mucho que consiga, hasta donde pueda; su compañera de siempre es su bicicleta con sabucán y caja donde transporta los productos alimenticios recorriendo más de 5 kilómetros diarios.

Canché Poot, dijo que los efectos de las pasadas tormentas tropicales de Amanda y Cristóbal, le afectó de manera directa ya que se inundó su área de trabajo, ya que además de que el techo de paja con huanos ya estaban endebles el agua filtró, la lluvia duró una semana impidiendo trabajar, se mojó la “mesa, herramientas, e insumos, siendo una pérdida total”.

Pese a esa “desgracia” por el fenómeno natural; pudo volver a trabajar y seguir de frente; no es la primera vez que atravesamos una situación difícil; recordó que cuando pasaron los huracanes Gilberto en el año 1988 e Isidoro en el año 2002; logramos salir adelante, en ese tiempo la panadería era más próspera hasta ayudantes teníamos para elaborar el pan; ahora con la contingencia sanitaria, sigo manteniendo precios bajos para ayudar a mis paisanos”; no debemos aprovecharnos de la ocasión, ahora tenemos que ser solidarios apoyarnos porque Dios nos provee las cosas, aseveró diciendo don José.

Solo trabajo, “somos muchos aquí en Tekantó, muchos panaderos, no tiene salida nuestro trabajo, no hago mucha venta porque luego se queda y es una pérdida; hay varios panaderos, ocho que se dedican a esta actividad”, comentó.

La temporada donde hay más venta es para los finados ya que utilizan el pan para poner en sus altares, además de que algunos traen sus pibes para hornear.

Desde temprano a las 6 de la mañana moja la masa, después de un tiempo de dos a tres horas empieza con la elaboración de los productos que realiza con los ingredientes principales esenciales, la harina, azúcar, manteca.

Posterior la preparación con la mezcla de masa es decir el amasado, la prefermentación, preparación de ingredientes complementarios, fermentado intermedio, pesados, división, boleado, labrando la masa para darle forma, ponerlo en la charola , fermentación intermedia, formado, fermentación final, cocción.

Previamente se coloca la leña en el horno de piedra y se enciende, son muy pocos los que existen pero le da un sabor único y diferente a los panes, pastelitos de carne molida, camote, jamón y queso, tuti de queso, patas, pan batidos, por ahora y lo que la gente mayormente consume son pan francés, hojaldra, bizcochos salado y dulce.

Para finalizar, el “Chel”, recordó la recomendación que el difunto Arjonilla le heredó: seguir trabajando y elaborando pan, producto de primera necesidad que satisface a los clientes, con el “secreto” de elaborar calidad, “la gente te va a buscar y seguir consumiendo, porque hazlo como si fuera para tu familia”.

Por Jesus Lugo Can