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Yucatán

Hombres de mar bien alimentados en altamar

La alimentación para los pescadores es fundamental para realizar las actividades de todos los días en sus naves

En algo que no escatima el pescador es en su alimentación, el trabajo es rudo, estamos en altamar entre 18 a 20 días pescando y debemos estar bien alimentados para poder rendir en nuestra labor, compartieron los pescadores José Pech Moo, Isidro Madera Cabrera y Luis Osorno Canché, tripulantes del puerto que dieron a conocer que tienen 20, 10 y 5 años pescando, respectivamente.

Éstos platican de cómo funciona el pesquero cuando dejan el puerto para realizar su jornada laboral en altamar, el barco tiene un patrón que es el que se encarga, con el armador o empresario pesquero, de todo lo relacionado a la pesca y el dinero.

En el caso del hombre de mar su trabajo como su nombre los indica es la pesca, hay dos tipos de captura: los boteros que realizan en sus alijos de once pies y que se mueven apoyados por un remo y están los lineros que van arrojando cordeles con anzuelos, para después sacarlo y quitar los peces de las líneas, éstos dividen lo que pescan por porcentajes y nadie baja de la embarcación.

En el caso de lo boteros la pesca es individual y cada uno tiene que pescar, porque cuando suben el patrón les pesa su producto y lo apunta, para que a la hora de regresar al puerto puedan hacer las cuentas.

Hay un motorista que es el segundo del patrón y encargado de la máquina, si algo le sucede al motor tiene que ver cómo solucionarlo, el patrón y motorista están a comisión, por lo que el sueldo de éstos depende de la pesca que se logre.

También hay un tripulante que es el nevador, que se encarga de que el pescado se mantenga en buenas condiciones hasta su llegada al puerto.

Desde luego en todos los barcos hay un cocinero, que siempre nos prepara café o aguas frescas ya sea naturales o de jarabe; pero estos tres no faltan a diario en el pesquero, comentan los entrevistados.

El cocinero es el primero que se levanta para preparar el café antes que salga el Sol, el trabajo del pescador inicia cuando amanece y termina alrededor de las 17 a 18 horas, para entonces todos los botes ya están en cubierta.

Desayunamos, almorzamos y cenamos, por cierto muy bien, el desayuno se sirve antes de las 06:00 horas, pueden ser huevos con jamón, salchicha, longaniza, omelet y desde luego fruta, como al cocinero se le ocurra, alrededor las 12:00 horas nos suben de nuevo al pesquero que es la embarcación nodriza donde nos espera el almuerzo, que bien puede ser carne de pollo, de res o cerdo guisado, muchas veces mejor que en casa, dicen entre risas, la ración es abundante, desde luego hay refresco de fruta como limonada o refresco de cola. 

Después del almuerzo la pesca continúa, si no hay pesca donde caemos, con el remo nos movemos a otro punto tratando de no perder de vista la embarcación.

Alrededor de las cinco de la tarde los alijos suben de nuevo a la embarcación y ahí viene la cena, unas empanadas, panuchos o algún pan que hace el cocinero y desde luego el café y refrescos.

Entre los hombres de mar hay una frase muy conocida “comer hasta saciarse”, la comida nunca falta, en el barco hay grandes cantidades de tortillas, de pan francés, carnes frías y ¿por qué no? un delicioso pescado frito o en salsa, todo depende de la habilidad del cocinero.

En el pesquero se trabaja diariamente, no hay días festivos, no hay cumpleaños, porque todos los días comemos y hay que trabajar, sobre todo que después de la cena todo es charla y después a descansar en nuestras literas.

El patrón duerme siempre en la cabina con el motorista, a veces estamos tan cansados que enseguida nos dormimos, otros se la pasan jugando sus celulares, viendo películas, cada quien hace lo suyo en su tiempo libre, al día siguiente hay que darle de nuevo, comentan al corresponsal.

Cuando hay norte estamos en el barco, no salimos a pescar, pero el norte hace que la cocina se limite por las marejadas, alrededor de las estufas tienen parrillas de hierro para evitar que la comida se caiga y la mayoría de los trastes son de plástico y además cuando hay norte no se hacen comidas con caldos, por seguridad, debido al vaivén del pesquero porque nos podríamos quemar.

Hay pescadores que llevamos años viajando en la misma embarcación y con el mismo patrón y el mismo barco, sin embargo algunas cosas cambian, el patrón deja el pesquero algunos se van con él o bien se adaptan a otros patrones, lo que es cierto que este es nuestro modo de vida, nuestra vida está en el mar, finalizaron.

Por Julio Jiménez Mendoza

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