La espera duró casi una hora. Bajo el intenso sol doña María Pilar esperó hasta que le dieron la indicación “su hijo ya va a salir”.
De inmediato la mujer se acercó a la reja del hospital y corrió al área COVID-19, donde el equipo médico del Hospital General de Tekax le entregaría al joven completamente recuperado.
Esta es la segunda vez que Giovanni salva la vida: vencer al coronavirus fue renacer, otra vez, luego de también recuperarse de la influenza A (H1N1), que casi le cuesta la vida en 2014.
El joven de 29 años fue dado de alta este viernes del Hospital General de Tekax tras estar internado durante más de una semana.
“Se siente bien volver a casa. Me siento mejor, más felicidad que antes, ya quería verlos, la vez pasada me operaron de la tráquea, estuve dos meses internado y casi me muero”, recordó mientras enseñaba la cicatriz.
Su madre Pilar agradeció tener a su hijo sano y estable, a pesar de que los cuatro integrantes de la familia aún no se encuentran recuperados al 100 por ciento.
“Yo todavía ayer me sentía mal, no podía pararme, pero al saber que mi hijo ya iba a salir me sentí mejor y por eso vine hoy por él”, comentó.
La mujer comentó que Giovanni tiene asma desde que era un bebé y que las enfermedades respiratorias le afectan demasiado, tanto que en 2014 con la pandemia de influenza estuvo internado durante dos meses en estado delicado.
“Hace seis años lo mismo pasamos. Le dio neumonía por la influenza, casi se muere, mi hermanita, en paz descanse, falleció, pero el mismo virus contagió a mi hijo y él estuvo internado y grave. Estuvo muy mal, estuvo con asfixia, casi se estaba muriendo. Estuvo terrible”.
Toda la familia de Giovanni se contagió, su hermano y sus papás padecieron la enfermedad desde casa, pero él tenía muchas complicaciones para respirar.
Diez días estuvo internado, suficientes para superar la enfermedad y regresar a descansar a casa.
La indicación de la doctora que lo atendió fue permanecer en aislamiento 14 días más y seguir el tratamiento para erradicar los síntomas.
La familia agradeció la atención de todos los involucrados en el cuidado de la salud, que atienden un municipio con 150 casos postivos y 11 defunciones, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal.
“Me siento como nueva, diferente, feliz porque ya podemos estar en casa, en familia, sin pensar. Pasé noches sin dormir. Yo hice muchas oraciones y les pedí a amigos y familiares para que pueda estar bien. Dios todavía nos quiere”, celebró.
Giovanni salió sin compañía, los médicos y personal de enfermería permanecieron al interior para evitar la propagación del virus, debido a que están expuestos durante varias horas dentro del área COVID-19 del nosocomio.
Por Astrid Sánchez