A 85 asciende el número de contagios en los últimos tres días, 14 el miércoles, 44 el jueves y 27 el viernes, según información oficial del Gobierno del Estado, posicionan a la Perla del Sur, con un especial brillo ya en el mapa estatal de contagios, al arribar en total de contagiados a 347. Siendo este el número oficial de registros de pacientes positivos al COVID 19.
Aunque todos hemos visto o escuchado entre amigos o en las redes sociales que existe otro buen número de ciudadanos que tuvieron o tienen el coronavirus y que al ser asintomáticos o muy leve la sintomatología para ellos, siguen saliendo de sus casas. Ciertamente la gran mayoría por necesidad, lo cual algunos tienen muy consciente al respecto, tratando de cuidarse y cuidar a los demás, principalmente a sus familias.
Sin embargo, igualmente están a los que simplemente la pandemia les vale un comino, entre este grupo los jóvenes, quienes muy probablemente saben que por su juventud, tal vez podrían superar con facilidad los síntomas del COVID, pero que al mismo tiempo demuestran su egoísmo para con sus familiares, ya que al no cuidarse ellos terminan exponiendo a sus mayores, a los más pequeños e incluso a sus padres si presentan alguna enfermedad como el asma, diabetes o cáncer, enfermedades que multiplican el riesgo de fallecer al contraer el virus.
Situación que a muchos enoja y que a partir del comunicado de ayer del Gobierno del estado, en el que se señala “Los números del COVID-19 en Yucatán aumentan”, ya hasta causa temor en la población adulta, los que al fin y al cabo deben de tomar las riendas del asunto en el hogar, procurando inculcar la “cuarentena en casa a aquellos que no tienen por qué salir”.
Responsabilidad ciudadana que claramente no se está acatando, ya que basta solamente observar el nivel de movilidad en nuestro municipio, donde incluso podemos apreciar, cómo se forman grupos de 5 o más personas que se ponen a platicar sin ninguna precaución retirándose incluso los cubrebocas, esto en distintos lugares como en el mercado, a las puertas de algún comercio, etc.
Aunque lo más grave, si hacemos caso a algunos señalamientos ciudadanos, es lo referente a quienes aun sabiendo que ya portan o son sospechosos de portar el COVID-19, continúan haciendo su vida normal, poniendo en riesgo a sus propias familias. Lo cual hemos podido comprobar, porque cuando se ha realizado algún cuestionamiento al respecto, varios lo han negado, más al paso de los días y ya estar fuera de peligro, convienen en aceptar haber tenido la enfermedad, -“Pero ya no puedo contagiar a nadie” –dijeron varios al respecto.
Por Amir Mex Ayuso