Yucatán

Locatarios de Tekax se endeudan para sobrevivir

Locatarios de Tekax señalan que han sufrido pérdidas económicas hasta por 5 mil pesos en mercancía podrida por falta de ventas, incluso piden mercancía prestada al los expendedores.
Foto: Luis Pérez

A pesar de que su local en el mercado de Tekax está bien surtido, doña Eraclia no encuentra de dónde agarrarse para salir de la crisis porque, aunque trata de ofrecer a los clientes frutas y verduras frescas, ha perdido cerca de 5 mil pesos en mercancía podrida por la falta de ventas.

“Tiro el aguacate por cajas, me cuesta 600 pesos la caja y lo boto todo. Los plátanos, el nance... cuando veo que está maduro hago el dulce y ni eso compran. No tiene dinero la gente, de antes veo que ya está madurando, hago el dulce y lo vendo, pero ahorita nada”, relató la dueña del establecimiento.

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La situación de los locatarios en el mercado municipal es similar para todos, acusan que se encuentran sumidos en la crisis.

En el área de carnicería, aseguran que no se vende ni la mitad de lo que antes de la pandemia se comercializaba y es muy difícil sostener un negocio y, sobre todo, el hogar.

“Las personas prefieren comprar cerca de su casa, ya no vienen al mercado. Todos tienen miedo de salir y si salen no se alejan de sus casas, aquí somos pocos los que venimos y sólo dos entradas están abiertas, hay agua para que se laven las manos, pero ya nadie confía. Es muy difícil con el virus”, comentó uno de los carniceros.

De acuerdo con el monitoreo de casos de COVID-19 de la UNAM, Tekax tiene actualmente 37 casos activos y 11 defunciones. La recuperación de la población del municipio es de 55 por ciento, lo que significa que, al momento, más de la mitad de los contagiados ya se recuperaron.

Sin embargo, el Gobierno del Estado señala que la localidad se encuentra en el séptimo lugar de los 106 municipios respecto al número de contagios, con 153 casos positivos acumulados.

Debido a estas cifras, la movilidad de los habitantes se ha reducido con cierres viales y la vigilancia de los negocios en funcionamiento.

Doña Eraclia pertenece a esos establecimientos esenciales, pero asegura que ni eso la ha ayudado a mantener su estabilidad económica.

La mujer señala que para continuar ofreciendo frutas y verduras tiene que pedir a su expendedor la mercancía prestada y con las ganancias apenas le alcanza para realizar los pagos.

“Lo debo todo, me lo dejan en pagos, pero a veces lo tiro y no le gano nada y cuando vuelvo a surtirme crece y crece la deuda”, dice.

Por otro lado, Alba Medina, empleada de una tienda de abarrotes dentro del mercado, asegura que las ventas llegaron a bajar hasta un 50 por ciento y se mantuvo así durante al menos tres veces, pero al ser la única empleada del lugar pudo conservar su empleo.

“No me bajaron el sueldo, me dejaron seguir trabajando, pero no se vende igual. Ahorita ya va subiendo un poco, pero digamos que antes estábamos al 50 y ahora como al 70 por ciento”, señaló la joven.

Los comerciantes coincidieron en que es comprensible que la gente no consuma porque muchas personas perdieron el empleo y no tienen dinero para poder consumir.

Por Astrid Sánchez