Todas las noches afuera de los principales hospitales de Mérida se forman largas filas de carrozas fúnebres esperando poder ingresar a recoger los restos de personas que han fallecido a causa del coronavirus.
Los vehículos incluso causan tráfico en un hábil horario permitido. Ese es el reflejo del impacto de la pandemia en Yucatán, que ya rebasó los mil muertos este domingo.
Durante un recorrido por hospitales federales y de la Secretaría de Salud local se pudo observar que los empleados de las funerarias trabajan a marchas forzadas para cumplir con el servicio antes de que comience el toque de queda.
Didier, trabajador de la funeraria Nieves, indicó que con el incremento de fallecimientos por la contingencia, el número de servicios pasó de tres a cinco a alrededor de 15 al día.
Las jornadas de trabajo también se han prolongado y, aunque el horario siempre ha sido de 24 horas de guardia por 24 horas de descanso, ya no es posible cumplir con el día de asueto.
Explicó que por la contingencia ha cambiado la manera de trabajar, debido a que se tienen que utilizar trajes especiales para el manejo de los cuerpos, incluso cuando no sea COVID-19, asimismo se desinfectan tres veces por día las instalaciones, la carroza, así como la utilización de cubrebocas, gel antibacterial y sanatizante.
Cuando se trata de un fallecido por coronavirus, el protocolo es aún más estricto: el féretro tiene que estar sellado, no hay velación y el cuerpo se va directo al horno de cremación.
El entrevistado dijo que, además de los protocolos sanitarios en el trabajo, él sigue sus propios protocolos de higiene cuando sale de trabajar, esto para evitar llevar el virus a su casa.
Indicó que se desinfecta de pies a cabeza, se cambia de ropa, se baña y sus zapatos y ropa los deja a la intemperie para que se desinfecten.
“Nos tenemos que cuidar, ya que el virus es invisible y puede estar en cualquier parte”, indicó.
La demanda incrementó 40 por ciento
La pandemia está generando un incremento en los servicios funerarios de la entidad y cambió la manera de trabajar de las personas que viven y conviven con los muertos.
Alejandro Espadas Villajuan, presidente de la Asociación de Funerarias de Yucatán, declaró que está trabajando al tope en los servicios funerarios debido al elevado número de solicitudes en todo el Estado.
Indicó que todos tienen trabajo y a pesar de la alta demanda, las 65 funerarias que existen en la entidad, tienen la capacidad para cubrir todos los servicios.
Explicó que al mes en promedio fallecen mil 123 personas por causas ajenas al coronavirus, es decir, por muertes violentas, suicidios o por enfermedad como diabetes, obesidad, males cardiacos, cáncer, entre otras, de acuerdo con datos del Registro Civil local.
Esto quiere decir que al día mueren 40 personas en algún punto de Yucatán y a esta cifra se le suman los decesos relacionados con el coronavirus que en las últimas semanas el promedio diario es de 30.
La contingencia por el coronavirus en Yucatán ha elevado un 42.5 por ciento la cifra de fallecidos diarios, lo que genera una alta demanda en los servicios funerarios.
Alrededor del 70 por ciento de los decesos diarios ocurren en los hospitales, principalmente en Mérida. En el “Agustín O’Horán” y la T-1 se registra la mayor cantidad de fallecimientos, aunque por la contingencia, el Hospital Regional de Alta Especialidad también reporta un alto número de decesos.
Por su parte la delegada de la Profeco, Sisely Burgos Cano, indicó que la dependencia a su cargo mantiene una vigilancia en estos negocios esto para evitar que se cometan abusos contra el consumidor y de esta manera se lucre con el dolor de los deudos.
La funcionaria explicó que estos negocios deben de especificar en los contratos los costos totales del servicio, puso a disposición el 2529408 para quejas o denunciar abusos.
Los costos de los servicios cuando se trata de una muerte por coronavirus varían, va desde los 7 mil 500 hasta los 22 mil 500 pesos, esto dependen del tipo de servicio.
Por David Chan Caamal