Yucatán

Taxistas de Tizimín, obligados a exponerse ante el COVID-19

Sin otra opción que buscar el sustento diario en las calles, taxistas de Tizimín indican que si el COVID-19 no acaba con ellos la inactividad lo hará debido a la poca demanda de sus servicios.
Foto: Carlos Euan

“Tenemos miedo de contagiarnos de COVID-19, pero si no trabajamos no comen nuestras familias. O trabajamos o nos morimos de hambre”, señalaron taxistas de diversos sindicatos de la ciudad que hacen sitio enfrente del hospital San Carlos todos los días, conscientes del riesgo que corren pues ellos presencian todos los días la salida de carrozas del área COVID.

Los trabajadores del volante señalaron que desde el inicio de la pandemia su servicio ha bajado más de un 75 por ciento; tras entrar en vigor la Ola 1 inició de nuevo el uso de taxis, pero aun así no es redituable circular por las calles, por lo que buscan sitios para estacionarse, en el caso de estos, frente al hospital San Carlos.

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Comentaron que están conscientes del riesgo que corren, pues pueden contagiarse en cualquier momento, pero no tienen opción pues aseguraron que si no mueren por coronavirus lo harán de hambre, por ello tienen que arriesgarse todos los días. Lo que sacan en el taxi luego de liquidar con el patrón a duras penas y alcanza para la comida del día, en ocasiones ni para eso sale, señalaron que antes de la pandemia tenían muchos servicios sobre todo los fines de semana y quincenas, pero ahora los días regulares son de lunes a viernes y en los días de quincena ya no son solicitados sus servicios con anterioridad.

Ellos montan guardias en el sindicato de 6 de la mañana a 10 de la noche, pues como se sabe después de las 10 y media ya no pueden andas vehículos que no sean de emergencia por las calles, lo cual les reduce aún más el ingreso para sus familias, pues indican que de noche dan de alta a varios pacientes que requieren un servicio, en su mayoría a comisarias cercanas, pero no lo hacen por temor a que los detenga la policía municipal o estatal, pues les han dejado en claro que podrían arrestarlos hasta por 36 horas.

El riesgo es diario, como antes mencionan, pues ellos son testigos de vehículos de funerarias que entran y salen del área COVID-19, pero pues no hay más opción que trabajar para llevar la comida a la mesa, incluso algunos comentan que para poder subsistir tuvieron que realizar préstamos a financieras, con los que se han endeudado aun más, pues al no tener ingresos suficientes no pueden cumplir con los pagos semanales y esto agranda más la cuenta por los intereses, incluso comentan han sido amenazados por los promotores para ponerse al día, pero ellos aseguran no pueden hacerlo porque no cuentan con el recurso, lo poco que ganan prefieren llevarlo a su casa.

Para cuidarse y prevenir un contagio, que puede ocurrir en cualquier momento, usan cubre bocas, gel antibacterial, además de sanitizar sus unidades para garantizar su salud y la de sus pasajeros, por lo que esperan que esta pandemia acabe pronto, de lo contrario seguirá afectando a otros sectores de la sociedad.

Por Carlos Euan