Hasta en el 50% disminuyeron las entregas de los repartidores de comida por plataformas digitales desde que se implementó el “toque de queda” en Yucatán, ya que por las noches prácticamente no reparten alimentos preparados debido a que los restaurantes cierran más temprano.
Además, los repartidores señalaron que con la contingencia sanitaria por la COVID-19 muchas personas se quedaron sin empleo y empezaron a trabajar en el reparto de comida por plataforma, lo cual incrementó más del doble la competencia y ahora tienen que trabajar más horas para ganar un promedio de 200 a 400 pesos diarios.
El repartidor Jorge Zapata dijo que desde que se aplicó el “toque de queda” en la ciudad, las entregas a domicilio de las plataformas digitales bajaron más de la mitad, además que ahora tiene que estar conectado prácticamente todo el día para sacar lo que antes salía en un turno.
Antes los días buenos eran los viernes y fines de semana, pero ahora está muy complicado porque muchos restaurantes no están abriendo, señaló y añadió que en las dos horas que estuvo conectado haciendo guardia en Prolongación Paseo de Montejo sólo sacó un viaje de 45 pesos.
La señora Guadalupe López, quien es madre soltera y también tiene un empleo fijo, dijo que cada vez está más bajo el servicio de reparto de comida; en su caso, expresó que sólo trabaja en los horarios pico del día, de 7 a 10 de la mañana y de una a 4 la tarde, también de 7 a 10 de la noche, sin embargo, por la mañana sólo ganó 40 pesos y 10 de propina.
La repartidora apuntó que espera que salga un poco más por la tarde, ya que por la noche muchos negocios cierran a las 8 por el toque de queda, y por una hora prefiere mejor ya no salir a la calle.
Entrevistada mientras hacía base en Altabrisa, agregó que vive con su hija de 16 y su hijo de 19 años, quien la ayudaba económicamente con los gastos del hogar, pero desde que empezó la pandemia se quedó sin trabajar.
Comentó que cuando estaba la cuarentena en promedio ganaba 800 pesos al día y cuando era malo 600 pesos, pero ahora está muy bajo el número de servicios y, aunque se conecta en dos plataformas digitales y trabaja más horas, cada vez hay que esperar más y se gana menos.
El estudiante de mercadotecnia Jalil López comentó que antes de la pandemia sacó a crédito un coche para trabajar como Uber y ayudarse con sus gastos, sin embargo, cuando empezó la cuarentena el trabajo se desplomó y ya no pudo seguir pagando las mensualidades del coche, dice que perdió como 90 mil pesos y al final tuvo que regresar el auto.
Situación complicada
Mientras esperaba viaje a la sombra de un árbol, dijo que con el dinero que le dieron del vehículo se compró una moto y empezó a entregar comida por plataforma, “nos fue muy bien durante la cuarentena porque toda la gente estaba en su casa, pero ahora hay que esperar muchas horas para ganar 300 pesos”.
“Desde que estamos en Semáforo Naranja las cosas han estado muy complicadas, hay compañeros que hacían Uber y ahora también entregan comida en otras plataformas, están conectados en dos o tres programas y cuando les sale algo apagan las otras”.
Ahora el trabajo no es repartir sino esperar hasta a que salga algo, pero es curioso que la gente tiene marcados sus tiempos y cuando hay viajes es porque todos están pidiendo al mismo tiempo y luego otra vez a esperar, indicó.
El señor Manuel Baeza, quien hasta antes de la contingencia sanitaria por el COVID-19 se dedicaba a la agricultura en el municipio de Dzilam Bravo, dijo que se vinieron a Mérida porque a su esposa le ofrecieron un trabajo, entonces dejó el campo y ahora se dedica a repartir comida por plataforma digital.
Este año todavía sembró chile habanero y chile x’catik, sin embargo, la situación está complicada porque no hay dinero para los insumos del campo, agregó que como ya tenía la moto y las calles las marca el GPS decidió trabajar como repartidor.
Durante la cuarentena dijo que le fue muy bien, pero cada vez hay más competencia, además que las plataformas están cobrando más, en un viaje de 62 pesos, 40 son para la plataforma y 22 para el repartidor, además que la economía está muy lastimada y no toda la gente tiene para pedir comida a domicilio, señaló.
Por Alejandro Moreno Peña
Por Redacción Digital Por Esto!
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