Yucatán

Campesinos de Oxkutzcab denuncian abandono

Tras los estragos de la tormenta Cristóbal, agricultores de Oxkutzcab acusan que no han recibido ningún tipo de ayuda
Foto: Roberto Hernández

A más de dos meses de que la tormenta Cristóbal causó estragos al campo de Oxkutzcab, Yucatán, este sector aún no recibe ningún tipo de apoyo para rescatar los cultivos dañados.

Los agricultores han batallado tanto para salir adelante de los daños causados por la fuerte tormenta, y aseguran que hasta el momento no les han dado ningún apoyo para reactivar la producción de sus hortalizas.

Uno de estos es Jorge Lavadores quien junto con su esposa María Imelda se dedican a trabajar la hierbabuena desde hace 10 años, actualmente sólo cosecha entre 80 a 90 rollos tres veces a la semana y con eso tiene que pagar dos empleados, gasolina y otros gastos de inversión por lo que señala que no le alcanza y que el campo necesita de apoyo.

"Tres veces a la semana cortamos 80 rollos, cada uno cuesta 10 pesos y en total son 800 pesos, con esto pago a dos empleados que me ayudan a 200 pesos, pongo 100 pesos de gasolina, compro el desayuno y al final me queda 200 pesos para comprar insecticidas y otros productos para evitar que la hortaliza se queme", comentó.

También menciona que cuando la tormenta pasó le pidieron fotos para una supuesta ayuda que no llegó y que no le toman importancia.

"Cuando se inundó mi cultivo me dijeron que le tomará fotos y las llevara en un lugar señalado para que me apoyaran, luego me pidieron la ubicación pero hasta la fecha nada, creen que el agricultor no necesita ayuda, pero se equivocan porque de aquí sale para la comida que llega hasta la mesa de muchas personas y aquí hay muchos empleados que dependen del trabajo para llevar el pan a su familia".

Al final, señala que como le piden quedarse en casa, ya que si no trabaja no tiene para comer, “tengo personas que cobran fijo, yo tengo que trabajar la tierra para cosechar y vender y de ahí tener para comer”, finalizó.

Sin embargo el sufrimiento no termina ahí, ya que después de cosechar los rollos de la hierbabuena, todavía les queda el trabajo de venderlos en el mercado donde, al igual que otros productores, comienza su ardua labor de ofertar los productos hasta lograr su venta.

Roberto Hernández