“Muñeca”, “Dorian” y “Pamela” son tres mujeres transgénero que luchan cada día por el reconocimiento de sus derechos fundamentales y aseguran que su andar ha sido complicado, sobre todo porque consideran que aún hay una gran hostilidad en la sociedad yucateca hacia ellas.
Sin embargo, indican que se encuentran abriendo brecha a través de acciones afirmativas, como el activismo a favor de sus compañeras y el resto de la comunidad LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Intersexual).
Estas tres mujeres trans lidian con el rechazo generalizado de quienes las rodean, empezando por sus propios familiares.
Dicen sentirse relegadas, invisibilizadas, inclusive acosadas, situación que llega ser agobiante.
Infancia marcada por la intolerancia
El rechazo estuvo presente desde la infancia, según confirmaron “Muñeca” y “Dorian”, ya que ambas se identificaron como mujeres desde su infancia.
Por otro lado, “Muñe”, como le dicen con cariño, se ha tenido que ganar un lugar en su familia, antes, durante y luego de su transición.
Ella se vio obligada a abandonar su hogar desde los 11 años de edad, con los riesgos que esto implica.
Uno de los caminos para hacer frente a la realidad que experimentan las mujeres trans, de acuerdo con “Muñeca”, es el camino del activismo a favor de éste y otros movimientos de la comunidad LGBTTTI.
“Muñeca” indica que se hartó de dar su testimonio en los ámbitos académicos, así como artísticos y fue entonces que decidió abogar por los derechos de sus amigas y compañeras transgénero, quienes son personas que nacen con un sexo biológico, sin embargo, no se identifican con éste.
Las desavenencias no únicamente han sido en el ámbito familiar, laboral y en el escolar, tanto para “Muñeca” como para “Dorian” y “Pamela”, incluso encontrar trabajo ha sido una odisea porque se topan primero con la discriminación.
Dicen que las empresas esgrimen cualquier pretexto para no contratarlas y ante esta realidad, a muchas mujeres trans se les relega a espacios laborales vinculados a ciertos servicios: en bares, cantinas, centros nocturnos y muchas de ellas, por la falta de oportunidades, se ven obligadas a prostituirse.
Sin trabajo y sin oportunidad
Hasta antes de la pandemia, “Dorian” se desempeñaba como trabajadora sexual y denuncia que sufrió acoso por parte de los policías municipales, quienes le impedían realizar su trabajo.
Ante el panorama actual, ha decidido darle una pausa a esta ocupación, aunque su lucha por el sustento diario es un reto todos los días.
“Yo soñaba de niña con ser doctora, pero la vida me condujo al trabajo sexual, las pocas oportunidades me llevaron a las calles”, externó.
“Muñeca” y “Dorian” lamentan la lentitud en el Estado en materia de reconocimiento de sus derechos, criticaron que la agenda legislativa a favor de este sector les ha quedado a deber, pues Yucatán todavía no cuenta con el matrimonio igualitario ni legislación a favor de la comunidad a la que pertenece.
Asimismo, explicaron que los trámites para el cambio de identidad en los organismos públicos siguen siendo engorrosos, poco prácticos y costosos.
“Para que salgan rápidos los trámites tienes que viajar a la Ciudad de México y ahí hacerlos, pero nosotras hemos optado por luchar aquí en nuestro Estado para que nuestras peticiones como personas se vayan normalizando”, sentenció “Muñeca”.
“Muñeca” reflexionó que, si bien en la capital yucateca viven grandes desigualdades, la realidad es más aguda en el interior del Estado, pues consideró que es justo en las comunidades donde se pueden observar dobles y hasta triples discriminaciones para las mujeres trans.
Asimismo, la activista lamentó que fenómenos sociales como los transfeminicidios no se les está prestando la atención debida y que muchas veces las autoridades, así como la sociedad, tratan de invisibilizar estas situaciones.
De igual forma consideró que hay muy poca educación sexual asertiva en las aulas que procuren la empatía y la aceptación de las personas LGBTTTI.
“Muñeca” y “Dorian” comentan que si bien las movilizaciones, así como alzar la voz, sirve para poner la atención debida a estos temas, ellas prefieren llevar su activismo a la acción, han programado para este fin de semana acudir a un municipio del oriente de la entidad a realizar pruebas rápidas del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), además de brindar orientación en temas de sexualidad a otras mujeres trans de la zona.
Ayuda para “Pamela”
“Pamela” es una mujer trans que vive con su pareja en el municipio de Kanasín, desde el 2010 atraviesa por momentos muy difíciles; ese año falleció su madre y casi al mismo tiempo una hermana gemela, debido a ello decidió suspender una operación en la cara.
Se trata de un quiste, formación que le ocupa gran parte de la cara, por lo que piden ayuda, pues el dinero que gana en la pepena reciclando botellas de plástico y otros materiales, más el sueldo de su compañero, de oficio albañil, no es suficiente para solventarlo, a los interesados en apoyarla pueden comunicarse con su hermano Luis al teléfono 9996 37 56 80.
Por lo pronto “Pamela”, “Muñeca” y “Dorian” alzan sus voces a fin de encontrar reconocimiento, que las volteen a ver, pero sobre todo esperan que la sociedad sea más empática con ellas, es decir, que sean capaces de estar en sus zapatos y que las autoridades hagan lo pertinente para respetarles su derecho a una vida pacífica.
Por Guillermo Castillo