Yucatán

Pareja de Izamal elabora artesanías de rafia para sobrevivir

Deysi Couoh aprendió el tejido de rafia hace 11 años en la cárcel y ahora comparte esta actividad con su pareja para obtener ingresos.
Foto: David Collí

La señora María Deysi Couoh, de 53 años, y su pareja Héctor Freire se dedican a la elaboración de artesanías de rafia y reciclados, lo cual aprendió en el penal de Mérida hace 11 años; ahora los pone a la venta con lo que obtiene el sustento para su hogar.

Mientras Deysi y Héctor elaboraban llamativas artesanías a base de rafia y reciclados, amablemente platicaron sobre su trabajo.

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Doña Deysi dijo que esta artesanía la aprendió cuando estuvo recluida en el penal de Mérida debido a un problema jurídico, “los primeros días en el penal no fueron nada bueno para mí, fue algo que no podía creer, al estar ahí la vida me cambió demasiado, es algo completamente distinto a estar en mi hogar, pero fue una lección para mi vida”, comentó.

“Mientras estaba ahí miraba cómo mis compañeras de celda trabajaban esta artesanía, ellas hacían cilindros que sirven para levantar los juguetes de los niños, por lo que pedí que me enseñaran y empecé a hacerlo, pero no le buscaba la forma; sin embargo, insistí en aprender y lo logré, en el penal estuve cuatro meses, tiempo suficiente para aprender la artesanía y para valorar una lección de vida”, menciona Deysi mientras continuaba con su trabajo.

Agregó que ahora, "además de elaborar cilindros, hago tortilleros, adornos para baby shower, cumpleaños, alhajeros, espejos decorados, bultos atrapa sueños, y lo hago como el cliente pida, con dibujos, personalizados y con nombres, también adornos con reciclados, aparentemente es fácil la elaboración, pero está complicado; sin embargo, con esfuerzo y dedicación logro hacerlo, puntualizó, también hago moños, y servilletas, cabeceras, lo que se me ocurra o me pidan".

Agregó que sacó a vender sus artesanías a la puerta de su casa, pero como no está acondicionado se los roban, “también vendía frutas y verduras y también me las robaban”, subrayó.

"Son varias las personas que me conocen y gracias a Dios, que no me ha abandonado, diario tengo algo de venta aunque sólo para la comida, pero sale".

Por David Collí