Cada rincón mexicano tiene diversos platillos típicos y tradicionales que han sido elaborados de la misma manera por muchos años, por lo que la UNESCO ha considera a la cocina mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Viajeros de todo el mundo se han enamorado de los platillos mexicanos de Veracruz, Oaxaca, Michoacán, Puebla y Yucatán, por mencionar algunos.
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Y son precisamente, los platillos yucatecos, la razón de ser de estas líneas, pero hoy hablaremos de uno en especial, que seguramente, si eres de buen diente, lo conocerás como la ‘moronga’.
Sin embargo, en Yucatán este delicioso platillo es conocido como marcilla, que en el idioma maya se dice “Choch”.
Y te preguntarás, cuál es el toque especial en tierras yucatecas, pues aquí te decimos
¿Cómo se prepara la morcilla yucateca?
En lugares como Ciudad de México se prepara al rellenar la tripa del puerco con sangre coagulada, grasa, especias y es ahumada.
Sin embargo, en Yucatán le han puesto su toque especial, ya que se le agregan generosos trozos de carne, así como cebollín y hierbabuena para sazonar el relleno y no se ahúma, sino que se fríe en manteca de cerdo con cebolla, chile habanero y chile Xcatic.
¿De qué está hecha la morcilla?
Por lo general, la morcilla está hecha con sangre cocida (casi siempre de cerdo) mezclada con grasa de cerdo y algún que otro ingrediente que aumenta su volumen y perfecciona su sabor: arroz, grano, miga de pan, cebolla, vísceras