La escases y aumento en el precio de la materia prima están ocasionando que cada día menos personas se dediquen a la elaboración de tablillas artesanales de chocolate, los cuales dieron fama a este municipio, externó Rosa María Rosado Quintal y María Adalberta Quintal Polanco, dos de las personas que aún se dedican a esta labor en la localidad.
Betina Polanco, como es conocida en el pueblo, cuenta con 54 años y señala que su madre, Magdalena Quintal Alcocer, le enseñó esta exquisita tradición, quien al quedar viuda y con seis hijos, observó en la elaboración de tablillas de chocolate una forma de sacar adelante a su familia.
“Nosotros crecimos elaborando el chocolate con ella y agradezco esta herencia que me dejó, la cual ahora trato de enseñarle a mi hijo Bladimir y a mi esposo Juan Manuel”; y es que ahora la ayudan cuando debe entablillar, así como también a promocionar el producto en redes sociales y hacer entregas a domicilio.
La mujer relató que el secreto de este manjar es el conservar al pie de la letra la receta ancestral heredada de su ya fallecida madre, Magdalena Quintal Alcocer, la cual inició desde la adquisición del cacao, el cual se cuece con la harina y canela antes de llevar a moler.
Precisó que, por ahora, ya se preparó comprando 10 kilos de cacao que, por el momento, ella adquiere en 100 pesos, sin embargo, recordó que el año pasado este grano tuvo una subida en un costo de 240 pesos el kilo.
“Cuando más se acercan las fechas de los difuntos el producto escasea y aumenta su valor, lo cual los afecta porque la barquilla de chocolate se está vendiendo en ocho pesos”, compartió, esto en su domicilio de la calle 21 por 14 y 16 de Chocholá, el cual podemos anotar tiene el peculiar olor del cacao.
Por su parte, María Rosado Quintal quien indicó que otro de los secretos para hacer un buen chocolate es que luego de la cocción, el cual ella realiza en leña, se tenga un buen molido que ayude a producir esta maza de cacao, pues precisó que esto dará una excelente consistencia a la hora del torteado de las tablillas, las cuales, por el clima del Estado, tienen que hacerse en horas de la madrugada, porque de otra manera el calor no permite realizar un moldeo ideal.
“Regularmente, se tortea entre las 3:00 a 6:00 horas, que es cuando el sereno hace que el clima baje un poco, siendo que por sentada se pueden tortear entre 300 y 350 tablillas”, detalló.
Comentaron que el año pasado tuvieron problemas a la hora de buscar donde moler, debido a que como se necesita una piedra especial, los molineros locales no estaban prestando este servicio ante lo cual tuvieron que recurrir a hacerlo en molino manual.
Rosado Quintal señaló que a pesar de que durante estas fechas las tablillas de chocolate son más solicitadas, la gente del municipio, sobre todo, la adulta, gusta mucho de esta bebida durante todo el año, por lo cual en su hogar siempre pueden encontrar a la venta.
También, expresó que muchas personas de Mérida y de otros municipios circunvecinos llegan al municipio buscando tablillas artesanales de chocolate, pues, aunque por ahora solo entre cuatro o cinco personas se dedican a esta labor, en su momento el pueblo fue reconocido por lo sabroso de este producto que aquí se elabora, y por lo cual no deben dejar que desaparezca.
“Los antepasados tomaban chocolate y es tradicional que este olor esté presente en los hogares, pero no solamente en épocas de finados si no todo el año, además de que no deben dejar que los chocolates comerciales desplacen a las tablillas tradicionales”, mencionó Rosado Quintal.
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