Yucatán

Activista acusa al Ayuntamiento de Mérida por subestimar derechos animales

La activista Zita Vera Rangel apuntó que ayudar a los perros vulnerables no conlleva delito, menos proponer multas
“Está bien su reglamento o lo que quieran hacer, qué lástima que no lo consulten con el pueblo o con los animalistas", activista / Saraí García

“Al Ayuntamiento de Mérida le hace falta una perspectiva animalista, porque no ha habido interés de quienes encabezan la administración municipal por acercarse a los rescatistas, cuidadores de animales y activistas a favor de los derechos de los seres sintientes”, señaló en entrevista con POR ESTO! la coordinadora nacional de la asociación “Un Millón de Esperanzas”, Zita Vera Rangel.

Sobre las nuevas medidas establecidas en el Reglamento para la Protección a la Fauna en el Municipio de Mérida, cuyo Artículo 26, Fracción XI, establece en su primer capítulo que las personas ya no podrán dejar alimento para animales en la vía pública, reprochó que el municipio busque castigar las buenas obras que una persona pueda hacer hacia los animales en situación de vulnerabilidad.

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“Está bien su reglamento o lo que quieran hacer, qué lástima que no lo consulten con el pueblo o con los animalistas, porque seguramente no tienen nada de idea de lo que significa ser un rescatista o activista por los derechos de los animales”, expresó.

La activista lamentó que quienes hacen este tipo de reglamentos sólo escriban con la mente y no con el corazón, pues debería ser preocupación municipal acabar con los perros y gatos en situación de calle, pero no dejándolos sin comer.

“Cómo se les ocurre no permitirles a los ciudadanos, dueños o no de estos perros que están en situación de calle, que les pueda dar de comer algún tipo de alimento. Con este mensaje la gente sólo va a interpretar que es un reglamento hecho por personas malas”, comentó.

Vera Rangel apuntó que ayudar a los perros vulnerables no conlleva la comisión de algún tipo de delito, como para proponer multas contra quien lo haga, ya que en la mayoría de los casos las personas que sacan un plato de comida o un balde de agua, están al pendiente de que los mismos recipientes no se vuelvan basura en la calle.

Refirió que en lugar de continuar aumentando el sufrimiento de los animales, el Ayuntamiento debería enfocar su reglamento a encontrar la manera de ayudarlos, a través de campañas de esterilización y campañas mediáticas que fomenten la adopción.

En ese sentido, la representante de “Un Millón de Esperanzas” señaló que le hace falta infraestructura y perspectiva animalista, campañas y más centros de atención subsidiados por la Comuna.

“Ellos deberían estar más preocupados en enfocar sus esfuerzos a encontrar soluciones sanitarias para controlar el problema de los perritos en la calle, pero no es diciéndole a la gente que no les dé de comer, que los envenene para que se acaben o que se los lleven al CEMCA para que los duerman”.

Informó que junto con el consejo jurídico de su asociación, buscarán acercamiento con las autoridades municipales, para que les expliquen de qué se trata éste y otros puntos que no son muy precisos y así los activistas puedan difundir la información correcta.

“Ellos existen, son parte de nuestro ecosistema y no podemos simplemente venir a desplazarlos, porque un grupo de personas vienen y firman un papel, como rescatista voy continuaré dándoles de comer a los perritos vulnerables y no tienen por qué sancionar a la gente por esa acción”, abundó.

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JG