Esta comunidad es conocida como “La tierra de los brujos” por sus habitantes y otros municipios aledaños, pues tanto en la cabecera municipal como en sus 66 localidades existe un número considerable de personas que practican la hechicería, aunque con el paso de los años ha ido disminuyendo.
En la actualidad, personas de Puebla, Tabasco, Veracruz, y otras entidades visitan la localidad para solicitar “trabajos” o conocer de primera mano la fama del lugar.
En todo el Estado, así como Campeche, Quintana Roo y en varias partes de la República Mexicana, es conocida la historia del español Claudio Padilla Loría, un hombre adinerado quien tenía la tienda más grande de la zona y era servido por un hombre que practicaba la magia negra. Otras versiones apuntan a que era el mismo Claudio Padilla quien podía transformarse en un ave.
Casi todos los relatos apuntan a que el hombre escondió su tesoro en la propiedad o en el cenote ubicado en el centro del poblado. En la actualidad el sitio donde ocurrió esta historia es llamado “La casa de las mil columnas” y es custodiada por Gaspar Padilla, de 56 años, quien señaló que por desgracia el Ayuntamiento no rescató el lugar para ayudar al pueblo en la economía local, sino que prefirieron venderlo a un particular. Dicha construcción data de la Guerra de Castas y fue vendida a una persona de Mérida.
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