Cerca de 3 mil pescadores se encuentran afinando detalles en sus respectivas embarcaciones para salir en busca del mero, en su último mes de captura, antes de entrar en veda a partir del 1 de febrero del 2022.
Se resalta que, a diferencia del 2020, en este año se tiene un margen más abajo, pues la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop), considera que no se podrán conseguir las 5 mil 500 toneladas que se contabilizaron en la temporada pasada, al tener hasta el momento sólo 3 mil obtenidas desde el mes de abril.
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El puerto de abrigo, lució en vísperas de la entrada del 2022 en un festival de tripulaciones que, con insumos y material para emprender reparaciones, acudieron entre el penúltimo y el último día del año para salir por dicha especie de escama en los primeros días de enero. Patrones de barco y permisionarios confesaron invertir entre 150 y 200 mil pesos en sus navíos de navegación mayor.
Por otra parte, las medidas de seguridad en el embarcadero ya se han comenzado a reforzar, esto mediante el cierre de uno de los accesos, por lo que tanto hombres de mar como visitantes ahora solo podrán ingresar al puerto de abrigo en una de sus puertas.
“Estamos en medio de una pausa de actividades que dura de una semana a 10 días, los últimos barcos desembarcaron a pocos días de Navidad para pasar las festividades con sus familiares, esto gracias a que el pulpo nos dio un ‘respiro’ en materia económica”, especificó José Luis Carrillo Galaz, representante de la Conmecoop en Yucatán.
El entrevistado también sostuvo que se espera salida de por lo menos 100 navíos de dimensiones mayores, pues vendrá un bimestre en febrero y abril donde el mero no estará disponible por entrar en veda. También está calendarizada la langosta, que entra en prohibición de pesca para el 28 de febrero.
Carrillo Galaz, argumentó que entre todo el 2021, solo resultó apabullante el pulpo, pues en el 2020 la pesca de esta especie logró apenas 13 mil 500 toneladas, el mero 5 mil 500 y la langosta 450 toneladas en su respectivo periodo.
Tal como hemos informado, el cefalópodo alcanzó en su época del primero de agosto al 15 de diciembre con más de 31 mil toneladas; por otra parte, el mero apenas ha contabilizado 3 mil 500 toneladas y la langosta ya rebasó la media tonelada de producción en el litoral yucateco.
“Al pescador yucateco le espera un viaje más para tratar de generar parte de sus gastos que tendrán cuando se acabe la época de mero, pues tendrán que avocarse a especies como el canané, el huachinango o la rubia que mantienen precios más bajo al favorito de los hombres de mar en este momento”, agregó el representante pesquero.
En estos momentos, el mero tipo negrillo se adquiere a 270 pesos el kilo y el de la especie rojo se comercializa a 230 pesos, cifras altas para esta especie debido a su baja producción en el mar, pues una embarcación promedio que pasa de 20 a 25 días en actividad apenas trae media tonelada como máximo pesaje.
El puerto de abrigo lució en vísperas de la entrada del 2022 en un festival de tripulaciones que, con insumos y material para emprender reparaciones, acudieron entre el penúltimo y el último día del año para salir por dicha especie de escama en los primeros días de enero; patrones de barco y permisionarios confesaron invertir entre 150 mil y 200 mil pesos en sus navíos de navegación mayor.
Cargamentos de hielo, despensa para las tripulaciones de hasta 10 hombres de mar, cargamentos de artefactos de pesca, paleo para cargar sardinas para usar como carnada y hasta misas de acción de gracias para encomendarse a San Judas Tadeo, santo de los hombres de mar, todo lo antes dicho es parte del folclor que se vivió desde primeras horas del día.
“El pescador tiene que continuar trabajando, la pesca es rotativa de acuerdo a sus temporadas y momentos; ahorita varios barcos dependerán de este último mes con temor del permisionario a perder inversiones grandes, un barco que funciona con alijos, por ejemplo, gasta solo en anticipos hasta 30 mil pesos de unos 150 mil que utilizará para su viaje. Un navío que utilice el sistema de cobra línea y pesque desde la cubierta tiene gastos en sus utensilios, llegando hasta los 180 mil pesos”, expresó, por su parte, Ana María Pech Chacón, presidente de la unión de armadores pesqueros del Estado.
Asimismo, se menciona que cada barco de navegación mayor utiliza hasta 3 mil litros de combustible, generando un gasto mayor a los 50 mil pesos. Misma cifra es destinada para la adquisición de carnada, aparte si se considera que se necesitan hasta 100 maquetas de hielo, a 160 pesos cada una, esto hace una inversión de por lo menos 15 mil pesos. Otros gastos vienen por cuenta de los anzuelos y redes donde se pagan hasta 10 mil pesos. El resto de la inversión corre para pagar anticipos y víveres.
Por otra parte, las medidas de seguridad en el embarcadero ya se han comenzado a reforzar, esto mediante el cierre de uno de los accesos, por lo que tanto hombres de mar como visitantes ahora solo podrán ingresar al puerto de abrigo en una de sus puertas.
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CC