Partiendo del hecho de que tan sólo en el 2019 se aprobaron 7 mil 830 hectáreas para nuevos desarrollos inmobiliarios, el vertiginoso y expansivo crecimiento de la ciudad ha llevado a que se multipliquen los fraccionamientos en la periferia de Mérida.
Gran parte de ellos no responden a las necesidades reales de vivienda; por el alejamiento y falta de servicios (como sucede en Ciudad Caucel) se convierten en ciudades dormitorio, es decir, con una desocupación de las viviendas de hasta el 50 por ciento, señaló la profesora investigadora de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Dra. Rubí Elina Ruiz y Sabido.
“No podemos negar que existe un proceso de expansión en Mérida. Nos basamos en estudios que se han hecho en el Centro de Investigación Científica (CICY) y son temas recurrentes que tenemos en la Universidad, donde hablamos de la expansión urbana de los últimos años”, expuso.
En el caso concreto de Mérida, explicó que hay varios factores que contribuyen a este hecho, como, por ejemplo, ser la ciudad más importante del sureste. A esto se suma que no hay una planeación o una definición del modelo de urbe hacia donde se quiere avanzar.
“De acuerdo con datos del 2019, se habían aprobado más de 7 mil 830 hectáreas para desarrollos inmobiliarios; este crecimiento se ha dado en varias zonas llamadas de ‘expansión’, que impactan la cobertura vegetal, las zonas conurbadas y cada vez observamos más el proceso de encapsulamiento de las localidades”, señaló.
Agregó que este proceso de “expansión” es más notorio hacia el Norte, aunque también es perceptible en el Oriente, Poniente y Sur, con sus variantes. Expuso que los primeros detonantes fueron Ciudad Caucel o el fraccionamiento Las Américas. Después de estos desarrollos inmobiliarios han surgido más.
“Lo importante es lo que está pasando a nivel ciudad, se trata de un fenómeno que habría que evaluar porque, por un lado, se promueve una política de construcción y desarrollo, pero hay que preguntarnos si ésta responde realmente a las necesidades de crecimiento espontáneo que tiene Mérida”, comentó.
Dijo, sin embargo, que se siguen ofertando los desarrollos habitacionales en la periferia, aunque eso no sea lo que necesita la gente. Señaló que, muestra de ello es que en Ciudad Caucel hay viviendas disponibles que se habían proyectado a largo plazo.
“Resulta que esto no responde a las necesidades reales de un crecimiento espontáneo de la población, sino que gira sobre una expectativa. Sabemos que la mayor parte de las casas se adquieren, pero no se habitan; no responde a una demanda real de crecimiento, sino tal vez al anhelo de las personas de poseer una casa, de tener un patrimonio”.
De acuerdo con datos compartidos por la investigadora, “hasta el 2012, Caucel estaba en construcción en un 50 por ciento. Una década después de que se concluyera, más del 50 por ciento de la posible población total no estaba ocupando las viviendas. Esta tendencia podría mantenerse”, comentó.
Por ello, dijo que es un tema que se debe analizar, porque las propuestas de desarrollos habitacionales no giran en torno a las necesidades reales y no se trata sólo de hacer la unidad habitacional, sino de cómo resolver la conectividad, movilidad y, sobre todo, los diversos servicios.
“Por ejemplo, en Los Héroes hay sólo una salida. En hora pico es terrible, los viernes la cola de vehículos es enorme; ni hablar de los tiempos de traslado hacia los trabajos. En Caucel, donde la economía es diferente, la gente gasta más en transporte y ahora con el confinamiento de la pandemia, la situación se complica y optan por buscar otra manera de resolver su problemática de vivienda, habitando en zonas más cercanas”, expuso.
“Muchas de esas son “ciudades dormitorio”, donde la gente no tiene conectividad. Lo que se promueve cada vez más es una ciudad dispersa. ¿Quiénes van a asumir los costos? No es nuevo, por ejemplo, las quejas de que no hay el suficiente transporte. Si había problemas de este tipo se agudizaron con la pandemia y la gente tiene una necesidad; ellos buscarán la manera de resolverlo porque no funciona”, agregó.
La especialista dijo que se debe de regular este tema, porque la ciudad está creciendo de diferentes formas y se está planteando una oferta de vivienda que no responde a las necesidades de crecimiento.
“La cuestión es que, ante un crecimiento espontáneo el modelo debería de tener cierta flexibilidad y que no se imponga un solo tipo. Se deben regular los instrumentos que ya existen, pero se deben regular a la luz de lo que está ocurriendo ”, añadió.
Comentó que Caucel, por ejemplo, tiene ya 20 años de existencia y hay una experiencia en la que se pueden fundamentar las decisiones que se tomen. Pero reiteró que lo más importante es revisar y definir cuál es el modelo de ciudad o zona metropolitana que se quiere.
“Es una cuestión de regular, de plantear este ordenamiento de acuerdo a un modelo de ciudad, sino parece que va hacia donde se quiere y como se quiere”, dijo.
La doctora Ruiz y Sabido dijo que los procesos de expansión ocurren en todo el mundo. Particularmente en América Latina se ha hecho que, a nivel político, se analicen la propuesta de densificar y re densificar las ciudades para llenar los vacíos urbanos.
“Creo que es una propuesta que surge como una medida, porque no hay de otra. Habría que pensar bien si se quiere densificar, hacia dónde y cuándo, porque si hablamos de densificar ciertas zonas hay que ver si es adecuado el clima, si hay los servicios y las condiciones en general. Hablamos muchas veces de zonas periurbanas y semi rurales”, expuso.
Reiteró que es de suma importancia definir hacia qué modelo se quiere ir, que responda a las necesidades físicas; a veces se densifica, pero las cuestiones climáticas no coinciden y sólo se crean otras problemáticas.
“Hay que revisar las políticas de crecimiento, porque tenemos Ciudad Caucel, donde existen hasta 20 mil casas más, aunque ya se llegó a la meta que puso. Uno diría, ‘si ya hay miles de casas más, qué importa’, pero hay problemas que se deben reconsiderar aún en una propuesta de una ciudad sustentable. Es importante la dotación de servicios y hay que cuestionarnos si estas ciudades dormitorio se seguirían fomentando”, expuso.
JG