El personal de la Plaza Diamante impidió la entrada de una zarigüeya al recinto comercial. El marsupial que deambulaba por la calle 63 casi esquina con 62 llamó la atención de quienes transitaban por el rumbo. Gracias al apoyo de la población que se preocupó por la vida del ejemplar, pudo ser reubicado por elementos de la policía que rondaban en la camioneta con placas YS-0850-C.
La persona encargada de realizar el protocolo de acceso al lugar, comentó que divisó al animal caminar por la calle, intentó esconderse detrás de un hombre que se encontraba acostado en la banqueta y después quiso refugiarse en el edificio, pero se lo impidió con el pie “no sé de dónde pudo haber salido, solo vi que caminaba por la calle”, refirió.
Inmovilizó a la zarigüeya con el pie, en la entrada del lugar. El estrés y la presión a los que fue sometido el ejemplar, comúnmente conocido como “zorro”, hicieron que defecara. Al ver esta escena, los peatones se preguntaban qué harían con el animal y expresaron su preocupación: “no lo maten”, “¿ya llamaron a alguien?” “¿Qué le van a hacer?” “¿A dónde lo van a llevar?”, se escuchaba entre la población.
Personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que realizaba trabajos de verificación por la zona, advirtió lo sucedido y consiguió una caja de cartón para transportar al ejemplar e impedir que pudiera escapar debido a que estaba siendo aplastado. Tras la contención del marsupial, arribó la policía, un equipo de tres elementos lo tomó para su posterior liberación en los terrenos de la Plancha, según informaron los uniformados. Llegaron con una cubeta de 20 litros para poder capturarlo, debido a que desconocían que ya estaba resguardado.
Acorde con la bióloga Claudia Ham Vega, esta especie puede alojarse en los terrenos baldíos o en las casas abandonadas del centro de la ciudad, donde encuentran resguardo. “En general son animales nocturnos, aunque se adaptan a entornos urbanos, sería más conveniente alejarlas un poquito más y liberarlas en montes aledaños a comisarías o sitios no tan transitados.”
Recomienda no matarlas, capturarlas, ni agredirlas sino llamar a la policía o a las organizaciones que se dedican al rescate de estos marsupiales para contribuir a su conservación, ya que las zarigüeyas participan de forma activa en dicha restauración al ser dispersores de semillas, generan impactos positivos tanto para el medio ambiente como para las poblaciones humanas, por ello, es crucial sugerir y promover su inclusión dentro de planes de conservación y educación ambiental.