Partiendo del hecho de que, en la actualidad, el agua más contaminada en el país es la del estado de Yucatán y que nadie se percata de ello porque no es visible, el ingeniero químico y representante de Ciudadanos Hartos Asociación Civil (Chac), Humberto Reyes Montiel, explicó que los lixiviados (líquido que escurre de la basura) contienen plomo y mercurio debido a que todo tipo de desechos son revueltos; esto provoca que se traspase al agua y al manto freático, generando contaminación acuática.
Formuló que para poder eliminar esta situación y volver a tener aguas limpias, es necesario darle un tratamiento y limpieza durante 12 años al manto freático y al agua. Considera que esto debería realizarse desde el año 2024 hasta el 2036.
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Reyes Montiel explicó que el estado de Yucatán se encuentra más contaminado que las aguas de Bacalar, Quintana Roo; sin embargo, al no ser tan evidente como con la pérdida de las tonalidades azules del Caribe, no se le presta atención a la problemática.
Expuso que la contaminación del agua en Mérida es muy grave, puesto que llega hasta el manto freático, ocasionando que impacte en la salud de las personas. No obstante, puntualizó, que la sociedad no se da cuenta debido a que se encuentra debajo de todos. “Nuestra agua es la más contaminada”, alertó.
Aseguró que es necesario atender la contaminación del agua en Yucatán, ya que, de no concretarse, se continuarán viviendo epidemias y las personas no serán conscientes de que las enfermedades se están suscitando como consecuencia del consumo de agua contaminada.
Abundó que, aunque el agua se someta a mecanismos de potabilización, es imposible dejarla completamente libre del plomo y tóxicos que ha adquirido, por lo que el cáncer es una de las principales enfermedades que se están y continuarán presentando si no se hace algo al respecto.
Sobre ello, indicó que en Mérida el Hospital “General Agustín O’ Horan” detecta alrededor de 60 casos de cáncer al día. Sin embargo, las personas no toman ni tomarán este tipo de enfermedades como consecuencia de la contaminación del agua, sino que creerán que simplemente ocurren o las personas se mueren por vejez.
Además, manifestó que la investigación del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY) que se realizó en aguas caribeñas, misma que indica que el agua tiene rastros de SARS-CoV-2, es únicamente un distractor para que las personas dejen de centrarse en el problema que está sufriendo Bacalar.
Señaló que, aunque en 2019 se impartieron cientos de conferencias, foros y charlas, lo que se necesita es dinero para limpiar el manto freático, por lo que es imprescindible que el Gobierno se preocupe por la situación y trabaje en ella, aunque no sea un detonante para ganar votos.
SY