La ardua labor de los paramédicos ante el COVID-19 ha sido esencial para salvar vidas. A un año de iniciada la pandemia, Ismael Chan se siente satisfecho del trabajo que realiza y a pesar de vivir situaciones de angustia y miedo, no pierde la esperanza de que en algún momento el virus será controlado en su totalidad.
Emociones al límite, momentos dolorosos, entre otras cosas, son parte de lo que ha tenido que soportar durante la contingencia realizando esta función para la sociedad yucateca.
Ha sido un año complicado para el sector salud, que ha tenido que redoblar esfuerzos para prestar sus servicios a la población. Ismael Chan considera que aporta su granito de arena ante esta pandemia que ha dejado más de 2 millones de muertos en todo el mundo.
Al respecto, el paramédico comentó que “han sido meses de mucho sacrificio y compromiso; incluso, en ocasiones me he tenido que alejar de mi familia para evitar tener contacto y no enfermarlos”.
“La enfermedad ha demostrado ser mortal y por eso trato de cuidarme al máximo. Tenemos mucho contacto con personas en el hospital y la duda de estar contagiados siempre está presente”, dijo.
En cuanto a los traslados de gente con coronavirus, señaló que “cuando nos pasan el reporte, lo primero que hacemos es sacar los materiales que no vayan a servir y llevar únicamente lo indispensable, como el oxímetro, termómetro y el monitor para tomar la presión”.
Al momento de llegar a la casa de la persona contagiada, subrayó que “lo primero que hacemos es estabilizar a la persona, ya que en muchas ocasiones el principal problema es la falta de oxígeno y dificultad para hablar. Posteriormente, tenemos que averiguar a qué hospital pertenece el paciente para que el recorrido sea más rápido y pueda llegar a tiempo”.
Una vez que la persona sea recibida en el Seguro, se mueven al área de desinfección para desinfectar el vehículo; luego, se cambian de ropa y tiran toda la protección que utilizaron. Finalmente, se bañan para desinfectar el cuerpo.
En toda esta pandemia ha prestado este servicio a poco más de quince personas y apenas una se les adelantó en el camino.
“Es triste ver cómo la gente pierde la vida por este virus, sin embargo, nuestro compromiso es poder apoyar a las familias en todo lo que podamos”.
SY