El próximo 23 de abril Yucatán podría pasar a Semáforo Amarillo, por lo que se permitirían nuevas actividades y un mayor aforo en espacios públicos y comercios, como restaurantes y hoteles.
Según lo estipulado por la Secretaría de Salud Federal todas las actividades laborales están permitidas, cuidando a las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19.
En Semáforo Amarillo los espacios públicos abiertos funcionarán de forma regular, y los espacios públicos cerrados se pueden abrir con aforo reducido.
El cambiar de color (de naranja a amarillo) no significa que el peligro ya ha disminuido, sino que existe una mayor disponibilidad de camas para hospitalización.
Debido a lo anterior, en su momento el gobernador Mauricio Vila Dosal comentó que ya se podría hablar de ir levantando de forma paulatina algunas medidas de restricción como el tema de los horarios de la movilidad urbana, días de funcionamiento de ciertos negocios, así como analizar la capacidad de aforo en los restaurantes, lo que provocará que se empiecen a recuperar ciertos empleos.
Mauricio Vila comentó que no sólo el levantamiento de las restricciones provocará que la economía de Yucatán se levante; también las inversiones y, en ese sentido, indicó que el martes pasado y ayer miércoles se reunió con cuatro empresarios que tienen intenciones en invertir en la entidad, por lo que seguirá la promoción del estado.
JG