Yucatán

Tienda de Conkal, Yucatán, cumple más de un siglo de ofrecer sus productos

La tiendita que lleva por nombre "La Victoria" fue nombrada por el Centro Cultural ProHispen como una "Empresa con Tradición"
La tienda fue llamada "La Victoria" en honor al carruaje de caballos que tenían los primeros dueños / Darcet Salazar

Con más de un siglo en funcionamiento, la tienda La victoria fue nombrada por el Centro Cultural ProHispen, de Mérida, una “Empresa con tradición”, por permanecer próspera y existir a lo largo de cuatro generaciones de una misma familia, desde 1878, y que, a pesar de las adversidades, sigue en pie.

Margarita Díaz Rubio presidenta del Patronato Pro Historia Peninsular de Yucatán A.C (ProHispen) dio el merecido reconocimiento al establecimiento La victoria, ya que el próximo mes de julio cumple 143 años de haber sido fundada, y ha logrado mantenerse ante las trasformaciones culturales, sociales y económicas del municipio de Conkal.

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“Es un orgullo entregar el reconocimiento a este establecimiento que lleva casi siglo y medio vigente, pero, sobre todo, de ser un negocio familiar, lleno de costumbres y buenas tradiciones. Me llena de sentimiento ver el respeto que se tiene toda la familia”.

La victoria, nombrada así, porque cuando la fundaron Máxima Aguilar Aguilar y Viviano Aguilar Aguilar, primeros dueños de la tienda de abarrotes, tenían un carruaje de caballos llamado “Victoria”, que en aquella época se consideraba un trasporte de lujo. De esa primera familia nació Natalia Aguilar Aguilar, quien heredó el negocio de sus padres y al contraer nupcias con Ramiro Pérez Aguilar tomaron las riendas del establecimiento llevándolo a prosperar y ser uno de los principales comercios de la localidad.

Del matrimonio de Natalia y Ramiro nació Agustín Pérez Aguilar, quien a sus 14 años empezó a ver por el negocio familiar, trasportándolo a otro nivel, debido a sus propuestas innovadoras. Al paso de los años y al casarse con Antonia Salazar con quien tuvo diez hijos la tienda pasaría a manos de la tercera generación, donde el comercio experimentaría décadas de bonanza pero, sobre todo, de esfuerzo y dedicación.

Este negocio familiar ha comercializado y llevado servicios a toda la población de Conkal, entre los que destacan, venta de abarrotes, molino y tortillería, venta de energía eléctrica cuya concesión se otorgó en el año 1948 y está plasmado en el Diario Oficial de la Federación (1948-1962) y también proporcionaba el servicio de caseta telefónica, la cual operó por 47 años, ayudando a muchas familias a mantenerse unidas en la distancia.

Actualmente la tienda está dirigida por Gabriel Pérez Salazar que, atiende a la gente como se merece. Su trato amable le ha permitido sobrevivir en una época de mucha comercialización externa.

“Es un honor para mí recibir este reconocimiento, el cual representa años de servicio y atención a esta comunidad. Esta trayectoria de más de cien años es gracias a mis abuelos, mis padres, mis hermanos y ahora mis hijos y mis sobrinos; personas emprendedoras, trabajadoras y con un alto compromiso con la sociedad, por haber confiado en mí para estar al frente de este negocio, por lo que esto es sólo el comienzo, ya que aún nos falta mucho por dar y las siguientes generaciones seguirán proporcionando con el mismo gusto y amabilidad un buen servicio a toda nuestra clientela”, indicó Pérez Salazar.

Los empleados del negocio compartieron con la familia el logro, quienes aseguran estar orgullosos de formar parte del comercio.

“Siempre nos han tratado como parte de la familia, son personas honradas y de buen corazón, nunca nos han hecho una mala jugada como en otras empresas, al contrario, nos brindan apoyo y seguridad”, expresaron los trabajadores.

Ante las adversidades que han tenido que pasar, según relataron los hermanos Pérez Aguilar, fueron las inclemencias de los huracanes Gilberto e Isidoro, cuando tuvieron que proporcionar el servicio aun sin tener energía eléctrica, ayudando siempre a la comunidad, pues muchos de los clientes no tenían para solventar algunos gastos y al tener una planta interna pero pequeña, luchaban para dar abasto a la demanda.

“No todo ha sido miel sobre hojuelas, pero hemos luchado por mantenernos a la vanguardia, pero sobre todo, en el corazón de los conkaleños”, finalizó Gabriel Pérez.

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