El Comisariado Ejidal de Chablekal vio con buenos ojos la actitud de los representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán, con los que se reunieron ayer en la mañana para discutir la expropiación de las 53 hectáreas que forman parte de la zona arqueológica de Dzibilchaltún.
A dos semanas de haber bloqueado el acceso principal de dicho sitio turístico, en exigencia del pago de las tierras que fueron ocupadas por el INAH desde hace 62 años, ambas partes avanzaron en la elaboración de un documento que la dependencia federal enviará a la Ciudad de México para su evaluación y posterior aprobación.
“Hoy los vimos un poquito más accesibles, como que ya están comprometidos. Hoy se está elaborando el documento. Se firmaron los avances nada más, pero apenas se termine el papel se va a enviar a la Ciudad de México para que se califique y nos digan cuándo van a pagar”, mencionó María Nilda Euan Chalé, tesorera del Comisariado Ejidal de Chablekal.
Compartió que, en la reunión participaron el comisario ejidal, Manuel Aban Can, su secretario Teodoro Tut Chale y ella. Por parte de las autoridades estuvieron presentes el delegado Eduardo López Calzada y otro funcionario del INAH, mientras que por la Procuraduría Agraria (PA) se apersonó la licenciada Rita Chuil.
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“Estamos avanzando en la negociación, pero no podemos decir que ya lo logramos, aunque en eso estamos, en cualquier momento lo tenemos que lograr, confiamos en eso”, aseguró Euan Chale.
Explicó que, aunque el terreno que administra el INAH desde hace 62 años y que pertenecía al ejido de Chablekal, comprende más de 500 hectáreas, los 360 ejidatarios están solicitando 53, que conforman la parte nuclear del sitio arqueológico.
La tesorera del comisariado ejidal precisó que hasta que no les paguen un anticipo, la Asamblea no firmará la minuta del INAH ni levantará el campamento en Dzibilchaltún.. “Para podernos levantar de aquí queremos un anticipo, donde nos aseguren que la firma de la minuta, del oficio donde se está realizando el contrato de la ocupación previa o expropiación”, dijo.
“Nosotros le advertimos (al INAH) que, si no firmamos la ocupación previa, no nos moveremos de acá. El campamento sigue hasta que firmemos y nos digan cuándo nos van a dar, aunque sea el anticipo, porque cuando eso pase, ya está seguro que nos van a pagar, es lo que tenemos entendido”, agregó Euan Chalé.
La ejidataria especuló que el cambio de actitud podría ser por la afectación económica ante el cierre permanente de la zona arqueológica y por la urgencia de implementar un sistema de luz y sonido.
“Los estamos perjudicando, pero ellos más a nosotros porque hace muchísimo tiempo que tienen ocupadas nuestras tierras”, concluyó.
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GH