Durante muchos años, en el kilómetro seis de la carretera Hunucmá-Tetiz se encontraban tres viveros completamente abandonados y sin producción alguna. Sin embargo, hace casi seis meses llegaron unos ingenieros egresados de la escuela de Chapingo quienes apostaron al trabajo y se dedicaron a la recuperación de los terrenos para hacerlos producir nuevamente.
Ana Sánchez y su esposo Felipe, son ingenieros recién egresados de la escuela de Chapingo y llegaron a Yucatán motivados por el deseo de trabajar en las tierras yucatecas. Apostaron por la recuperación de los viveros de Tetiz.
Contra todos los pronósticos, la pareja de profesionales comenzó a trabajar en los viveros olvidados. El primer trabajo fue la limpieza y reparación de los sistemas de riego, luego la siembra de semillas del chile habanero.
Después de varios meses los jóvenes ingenieros están viendo el producto de su trabajo y cosechan el chile habanero rojo y verde.
Comentan que se sienten muy satisfechos con el producto de su trabajo y que lo más importante es que se ha podido demostrar que ante la crisis económica y el COVID-19 lo más importante es enfrentar la situación y trabajar para salir adelante,
Comentaron que se está trabajando un área de mil metros cuadrados con la producción y cosecha del chile habanero que puede ser en color verde y rojo.
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“Y lo más importante es que de esta manera se motiva a muchos productores de chile habanero que, de manera extraña, abandonaron los terrenos y los viveros cercanos a esta región, y que el ver estos logros sea un estímulo para regresar a esta actividad y aprovechar los beneficios de esta tierra yucateca”, finalizaron Ana y Felipe.
GH