La mucormicosis, enfermedad conocida como Hongo Negro y asociada al COVID-19, no es una afección nueva para Yucatán, pues, aunque durante el 2021 no se han registrado casos, en el pasado sí se han atendido personas con este padecimiento, reveló el oftalmólogo Tonath Azcárate Coral.
El especialista en orbitología ocular expuso que la mucormicosis es una enfermedad bastante rara que afecta principalmente la salud de las personas con diabetes e inmunodeprimidas.
Recordó que el último caso de mucormicosis registrado en Yucatán de esta enfermedad, se trató de una mujer diagnosticada con diabetes y cuyo padecimiento se encontraba muy avanzado, quien lamentablemente falleció debido a la necrosis del tejido facial.
Azcárate Coral mencionó que a pesar de ser una enfermedad cuyos registros anuales no sobrepasaban los 20 casos, en 2021 el Hongo Negro cobró bastante notoriedad por el repunte de casos registrados en la India, debido a distintos factores relacionados con las variantes del COVID-19 y la higiene del lugar.
“Lo que sucede ahora es que el SARS-CoV-2 es tan contagioso y se infecta tan rápido, esto da lugar a que se presente una estadística alta de pacientes complicados, que reciben los esteroides para tratar de salvarlos y como a las tres semanas de que son dados de alta, comienzan con los síntomas del mucor”.
Detalló que, en la mayoría de estos casos, se trató de personas del sexo masculino, que recibieron tratamientos de esteroides para curarse del virus causante de la pandemia y cuyo sistema inmunológico se encontraba por los suelos, después de haber recibido su alta médica.
Sin embargo, aclaró que la mucormicosis no puede tomarse como una enfermedad epidémica, debido a que el contagio no se produce de persona a persona como el SARS-CoV-2.
“El hongo puede estar hasta en la comida podrida, como ejemplo puede ser en un frutero que se deje en la mesa y eso sí es peligroso para un paciente que esté en la casa, porque son las esporas que despide y que están flotando en el aire las que uno respira y esto genera la enfermedad”, mencionó el oftalmólogo.
Explicó que los primeros síntomas se presentan como una congestión nasal que suele confundirse con la sinusitis, por lo que recomendó a quienes han padecido COVID-19 y recibieron tratamientos de esteroides, visiten a un otorrinolaringólogo en caso de presentar este padecimiento en las siguientes tres semanas después de recibir su alta médica, ya que esta enfermedad tiene una tasa de letalidad de entre el 50 y el 80 por ciento de los casos.
Agregó que en cuanto comienza a aparecer el enrojecimiento o incluso las manchas negras en la órbita del ojo, lo único que se puede hacer es extraer el tejido facial necrosado, aunque muy pocas personas están dispuestas a una intervención de ese tipo.
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En ese sentido, Azcárate Coral destacó que la mucormicosis cuenta con un tratamiento intravenoso de altas dosis del fármaco antimicótico anfotericina B, mismo que es efectivo en los casos que se detectan a tiempo, pero esto sólo se logra si el paciente consulta a un especialista desde los primeros signos de alerta.
GH