Dirigentes de dependencias pesqueras descartaron una posible apertura de pesca de pepino de mar ante la baja producción que se genera hoy en día para el padrón de 12 mil pescadores yucatecos, la razón recae en que la biomasa del pepino de mar es escasa y la pesca furtiva ha perjudicado su producción natural.
“En Yucatán, la pesca marcó un antes y un después de que los ojos de los empresarios se centraran en el pepino de mar; fue en el 2010 que, con la pesca legal e ilegal, varios productores se dieron cuenta del alto valor de este ejemplar, por encima de la langosta y el pulpo, por lo que varios permisionarios comenzaron a crecer de manera desordenada y, ante la falta de recursos humanos en Yucatán, llegó gente foránea que hasta hoy en día se dedica a esta práctica”, declaró José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop).
El titular de la Confederación también afirmó que actualmente el pepino de mar es casi inexistente en las aguas que rodean a la península, por lo que abrir una temporada propiciaría un alza de precios para otras especies de manera exponencial.
“Creo que no es conveniente que haya una apertura, a excepción de que el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura realice los estudios pertinentes y valide que existe biomasa para que las embarcaciones acudan en busca de este animal marino”, agregó.
Carrillo Galaz hizo énfasis también en que los Centros Regionales de Investigación Pesquera en el Estado han estado haciendo monitoreo, incluso mencionó que varias cooperativas hicieron una petición a esta dependencia para la citada apertura y el dictamen fue negativo.
Mismo comentario comparte Roger Gómez Ortegón, director de Pesca Municipal, quien establece que los estudios para detectar la biomasa de la especie no han sido favorables para el sector que desea pescar de manera legal el pepino.
“Es casi imposible una temporada, lastimosamente esto lo ha propiciado la gente que se dedica a la pesca furtiva y la poca vigilancia que se tiene en las cercanías de la costa yucateca”, indicó.
En el Norte del país, se contemplan dos zonas donde se capturan estas especies, una de ellas en las costas de los Estados de Baja California y Baja California Sur.
Este producto favorito del mercado asiático ha dejado grandes ganancias para el país, algunas arrojan que entre el trienio comprendido de 2014 a 2017, la producción enmarcó una ganancia de más de 126 millones de dólares.
La última vez que se permitió una apertura en el Estado fue en 2018, cuando se pescó alrededor de mil 200 toneladas. En cuanto al precio, en Asia, los más preciados pueden llegar a valer hasta 3 mil 600 dólares el kilo.
(Jesús López)