En lo que va del año, Yucatán solamente registra una carpeta de investigación relacionada con la trata de personas, lo que representa una disminución del mil 100 por ciento con respecto al 2020, cuando para el mes de julio ya se contabilizaban 11 indagatorias de este tipo, según datos de la Incidencia Delictiva del Fuero Común 2021.
El documento del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), apunta que la única investigación en su tipo, reportada durante el año actual, se registró en marzo, mes para el que, durante el 2020, ya se habían registrado siete de estas carpetas en Yucatán.
A nivel nacional, el documento señala que, durante el 2021, el SNSP ha iniciado un total de 331 carpetas de investigación, equivalentes al 60 por ciento del total de indagatorias iniciadas en 2020 por este delito, que son 551.
El listado de la dependencia federal posiciona al Estado de México como la entidad que más denuncias ha recibido en torno a este delito, con un total de 83. Le siguen Nuevo León con 71, Puebla con 26, Baja California con 25 y Chihuahua con 13, en lo que va del 2021.
En este panorama, Yucatán se encuentra en la posición número 26, empatado con Baja California Sur, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit y Tlaxcala, que también registran una denuncia.
En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, María Jesús Ocaña, directora del refugio de mujeres y niñas sobrevivientes de agresiones sexuales Casa Crisal, comentó que, aunque Yucatán no cuenta con profesionales enganchadores de víctimas, la entidad es un destino de tránsito antes de que las mujeres y niñas lleguen a Quintana Roo, donde sí son tratadas e incluso enviadas a otro país.
La ruta
“Es una ruta que se lleva, pasan por el puerto, por Progreso, Tizimín, Río Lagartos, El Cuyo, San Felipe, lugares que tienen un perfil muy bajo, en donde las casas sirven para que las adolescentes que están en esa modalidad de delito sexual, puedan pernoctar”, comentó.
Expuso que desde la captura y durante todo el proceso de traslado, los plagiadores van quebrando la voluntad de las víctimas y las van “enseñando a obedecer” como si fuera “una escuela”, a cómo deben comportarse para sobrevivir.
Ocaña recordó que aunque hay distintos propósitos para las víctimas de trata, la mayor parte de ellas son esclavizadas de manera sexual. “Hay que recordar que la trata no es solamente con fines de explotación sexual, sirve con fines de mano de obra barata, con fines de adquirir gente para los sicarios, tráfico de órganos y en otros casos para servicios sexuales”.
Sobre esto, el Primer Informe Trata de Personas México 2019-2020, del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, indica que el 74 por ciento de las víctimas en el país son tratadas con fines de prostitución ajena, 11 por ciento de explotación laboral, 10 por ciento de trabajos o servicios forzados, y dos por ciento por adopción ilegal de menores, utilización de menores para delitos y mendicidad forzada, respectivamente.
Debido a que la trata de personas es “una empresa bien estructurada”, con una gran variedad de intermediarios y que se vuelve un “negocio redondo” para los criminales, combatir este delito es “muy delicado”, advirtió la activista.
“Nosotras tuvimos un caso de una adolescente que fue enganchada en Campeche y la llevaron hasta Querétaro. Ahí estuvo aprendiendo esto y fue bajando nuevamente, entonces, cuando llegó a Yucatán, para ser enviada a Quintana Roo, logró escaparse. Pero resulta que la policía a la que le pidió ayuda, la recuperó y la regresó ahí mismo”, reveló.
La directora de Casa Crisal indicó que desde que inició a operar su refugio, en 2009, han ayudado a un total de 246 niñas y adolescentes. Tan solo en 2020, refirió que tuvieron dos casos de víctimas de trata, de los cuales uno era con fines de tráfico de órganos y el otro con fines de explotación sexual.
“Son redes bien comunicadas, bien estructuradas, gente muy inteligente está detrás de todo esto. Yo, en lo personal, sigo viva porque me he avocado a la atención de las víctimas de violencia sexual, mas no a desmantelar redes, eso ya le toca a las autoridades”, agregó la mujer.
Ocaña comentó que las sobrevivientes a este tipo de delitos llegan al refugio “sin voluntad” y dispuestas a hacer lo necesario para poder comer y sobrevivir, por lo que tienen que pasar por un proceso de recuperación y restauración emocional y psicológica.
“Lo primero que hay que buscar es restaurar su voluntad, quebrar la resistencia a no confiar en nadie; hacerlas que entren a la realidad, porque están ausentes al desconectar el cuerpo de su mente”.
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Añadió que con ayuda de terapias ocupacionales que las llevan al encuentro con ellas mismas, han logrado otorgarles seguridad a cientos de víctimas, que al encontrarse en un plano seguro, cuentan las historias por las que han tenido que pasar.
No obstante, la directora de Casa Crisal señaló que muchas de ellas viven con miedo y requieren protección, porque saben que las redes de trata “son muy fuertes” y pueden ser encontradas.
GH