Debido a la pandemia generada por el COVID-19, el mercado municipal de Acanceh ha permanecido cerrado por más de año y medio, situación que ha generado que los locatarios, que solían trabajar en el lugar, enfrente una crisis económica que los ha obligado a instalarse en las inmediaciones del sitio.
Wilberth Canul, representante de los locatarios, señaló que por más de un año y medio han tenido que enfrentar esta gran crisis ocasionada por el coronavirus y que obligó al cierre del mercado. Debido a esto, cientos de locatarios que trabajaban en el lugar tuvieron que buscar nuevas oportunidades en las diferentes calles de la localidad e incluso en sus viviendas, pero Canul indica que esto no ha resultado y sus ventas no han mejorado, lo que los obliga a salir de nuevo y acercarse a los alrededores del mercado municipal, aunque este inmueble continúa cerrado.
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En los últimos días, se ha podido observar cómo el número de vendedores va aumentado en las calles cercanas al mercado municipal. De acuerdo con algunos ciudadanos, esto es peligroso por la contingencia que aún se vive, pero opinan que es necesario por la dura situación económica que la gran mayoría atraviesa.
“Cada día más vendedores van llegando y es que el mercado sigue cerrado, pero la gente quiere un lugar fijo para comprar y surtirse de todo. No se puede ir a una calle por un producto, luego ir a otro lugar por otro producto. No se puede porque cuesta dinero tener que pagar pasaje para ir a varias calles y el dinero es lo que no hay, esa es una de las razones por las que los vendedores ya se reúnen en las cercanías del mercado”, indicó Raúl Mex Canul.
De igual manera, Sofía Canché recordó que el mercado municipal sigue cerrado, con los trabajos aún no terminados. “El presidente ya va a salir, le queda solo dos meses, está dedicado a reconstruir embanquetados por todos lados, pero no se preocupa en terminar los trabajos en el mercado para que la gente pueda trabajar. No se ha dado cuenta que los locatarios necesitan vender para sobrevivir”, señala Sofía.
Los ciudadanos indicaron que actualmente la fachada del mercado ya está pintada, pero que en el interior sigue hecho un desastre, al igual que la parte exterior, donde hay basura y escombro. Los trabajos tampoco han finalizado en el área de comidas, así como en el área de frutas y verduras. “No han terminado los trabajos, pero la gente necesita comer y por ello están saliendo a vender. La gente ya se cansó de esperar que el mercado se abra, por eso están ocupando sus lugares para vender sus productos”, señala Ernestina Chalé, quien se encontraba comprando masa para sus tamales.