Hasta 30 días o más podría prolongarse el bloqueo de Dzibilchaltún, realizado desde el pasado 2 de julio por miembros de la Asamblea Ejidal de Chablekal, en exigencia del pago por la expropiación de 53 hectáreas que forman parte de la zona arqueológica, informó el comisario Manuel Aban Can.
A un mes de instalar el campamento permanente en el acceso principal de dicho sitio de monumentos históricos, el líder ejidal indicó que por segunda ocasión el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) envió un acuse “mal redactado”, en el que se omite la firma de un contrato de ocupación previa, de los terrenos ocupados desde hace 62 años.
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'Por un error en redacción', ejidatarios de Chablekal mantienen bloqueo en Dzibilchaltún
Ante la exigencia de la corrección, indicó que el delegado del INAH en Yucatán, Eduardo López Calzada, dirigió a los ejidatarios con la Procuraduría Agraria, entidad que se deslindó de la responsabilidad y los envió a la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu).
“Ahora por la tirada de la bolita para ver a quién le corresponde, pero vamos a promover otro sistema de movimiento para acelerar las cosas”, mencionó a POR ESTO!.
En relación a lo anterior, Aban Can reveló que ya realizaron las citas correspondientes con la jefa del departamento jurídico del INAH en México, María del Socorro Villarreal Escárcega, así como con el titular de dicho instituto federal, Diego Prieto Hernández, por lo que esperan la confirmación de ambas reuniones esta semana, para viajar a la capital del país.
Sin embargo, reconoció que la nueva dirección que tomará este conflicto legal podría prolongarse por un mes o más, tiempo en el que los ejidatarios mantendrían cerrada la zona arqueológica.
Aban Can reconoció sentirse “frustrado” de ver cómo el conflicto daña la imagen que el turismo percibe de Yucatán, porque cientos de turistas llegan diariamente a Dzibilchaltún y se quedan con las ganas de visitar las ruinas, el museo y su cenote. Aún así, el comisario ejidal expresó que la lucha tiene que continuar hasta que se resuelva de manera favorable el pago de los terrenos.
“Por una parte me siento culpable por crear esto y, por otro lado, sé que hay que hacer esto para poder lograr cualquier propósito, porque es la razón del ejido. Aunque no me guste la idea de realizar un plantón y perjudicar a terceros, se tiene que llegar a una negociación justa para cada uno”, dijo.
De igual forma, el representante aseguró que los más de 200 ejidatarios que participan activamente en el bloqueo, se encuentran decididos y ansiosos por continuar con la prolongada lucha, que lejos de bajarles los ánimos, los une más como grupo.
“Están muy animados en proseguir y sacar esto adelante”, comentó el entrevistado, quien agregó que entre los mayores retos que tiene para mantener el campamento, se encuentra la organización de las comisiones encargadas de la seguridad, de los alimentos y por supuesto, de designar quién se queda a dormir a las puertas de Dzibilchaltún.
De igual forma, Aban Can añadió que financiar la manutención de un campamento en el que viven más de 20 personas por turno es “costoso”, más cuando se lleva a cabo sin el financiamiento directo de algún particular.
“Nosotros no tenemos un apoyo directo de ningún empresario, todo esto es a base del esfuerzo que hacemos y la cooperación de los mismos ejidatarios”, aseguró.
En ese sentido, el comisario refirió que cuentan con el apoyo de quienes simpatizan con su lucha, mismos que hasta el momento les hacen llegar alimentos, bebidas, sillas, toldos, casas de campaña, entre otras cosas, para poder solventar el gasto.
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Por último, Aban Can se mostró esperanzado de las gestiones que pudiera realizar en la Ciudad de México, pues dijo que los altos funcionarios del INAH podrían aligerar la situación y establecer una fecha para el primer pago de las tierras, con lo que se levantaría el bloqueo.
GH