Yucatán

Semarnat prevé nacimiento de más de 100 mil tortugas en las costas de Yucatán

Semarnat contabiliza mil 456 nidos ubicados en ocho campamentos, en costas de Yucatán
Las especies que desovan en las costas de Yucatán son Carey y blanca / Por Esto!

A pesar de que la gente insiste transitar en automóvil por las playas donde las tortugas marinas desovan sus huevos, para este 2021 se estima que, en los ocho campamentos de las costas de Yucatán, en los cuales se llevan a cabo acciones para la protección de esta especie, nazcan más de 100 mil crías de un promedio de mil 500 nidos que se han contabilizado hasta finales de julio pasado.

Así lo dio a conocer el jefe de Recursos Naturales y Vida Silvestre de la Oficina de Representación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la Entidad, José Salvador Canul Dzul, al detallar que, de abril a julio, han contabilizado más de mil 456 nidos que se encuentran protegidos por el personal de los campamentos que son parte del Programa de Atención y Rehabilitación de Tortugas Marinas en la Costa de Yucatán.

Aunque el saqueo de huevos en estas playas no es recurrente como ocurre en las de Oaxaca, el funcionario de la dependencia federal lamentó que este año, por primera vez, mataron tortugas “sin ninguna razón”, porque las encontraron tiradas en la playa con los cuerpos destrozados, lo cual es muy grave porque no había ocurrido antes.

“Las poblaciones humanas se van diversificando y es muy lamentable que esto cause daño a las especies, porque llega gente de otros lados con otras costumbres y, aquí en el Estado, nunca habíamos visto que mataran a las tortugas. Pero ahora hemos observado casos, en los cuales las dejan muertas en la playa. Incluso ha aumentado el saqueo, no son muchos ni alarmantes, pero que ya haya algunos nos pone en alerta porque debemos evitarlo”, advirtió Canul Dzul.

Especies

En entrevista con PorEsto!, detalló que las dos especies de tortugas marinas que desovan en estas costas son la Carey y la Blanca, las cuales han estado en peligro de extinción, especialmente hace 30 años, por lo que el 30 de mayo de 1990 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Acuerdo por el que se estableció la veda para las especies y subespecies del quelonio marino en el Mar Caribe, así como en las aguas del Océano Pacífico.

“Las tortugas estaban en amenaza y por eso a finales de los años 80, se veía una baja población de quelonios, por lo que se aplicó una veda para que no se pudieran comercializar. Esto ayudó a que la situación en la que estaban las tortugas en 1990 haya mejorado en su reproducción”, explicó el especialista de Vida Silvestre de la Semarnat.

Recordó que hace tres décadas no se alcanzaban ni mil nidos en estas costas yucatecas, pero tras la veda año con año fue incrementando la llegada de tortugas para desovar, por lo que anualmente la anidación creció y aunque es fluctuante “lo que sí es un hecho es que han aumentado el número de anidaciones, lo cual quiere decir que hay más tortugas y aunque tienen que enfrentar muchos problemas con las actividades humanas, las poblaciones de tortugas sí se recuperaron. Pero no podemos cantar victoria y hay que seguir reforzando las actividades para su protección”.

Y es que la depredación que sufre la tortuga por las actividades humanas es inmensa, indicó el funcionario, ya que sufren daños con las embarcaciones y redes, así que tienen que sortear muchos obstáculos. No obstante, las poblaciones han aumentado en comparación con las que había hace 30 años.

Por lo tanto, el jefe de departamento de Vida Silvestre explicó que las construcciones que se han hecho cerca de la playa representan una amenaza constante, porque alteran las condiciones del lugar para que las tortugas puedan desarrollarse con normalidad.

“La situación más alarmante es la presencia humana porque, al llegar personas (de otros sitios) vienen con sus costumbres, gente que pasa por la playa con vehículos cuando no deben pasar ahí y menos cuando hay anidación de tortugas. Incluso en años anteriores hemos visto tortugas aplastadas por las llantas de los vehículos y esto ha alterado los nidos, lo cual a largo plazo puede ocasionar un desequilibrio para las condiciones de estos ciclos porque no respetan las playas”, reclamó Canul Dzul.

En ese tenor, insistió que el afán de la gente de querer estar en contacto con la naturaleza ha causado que no la respeten.

“Si queremos interactuar con la naturaleza hay que hacerlo de manera adecuada, pero no invadiendo ciclos de vida como el de las tortugas y por eso se dice que el peor depredador es el hombre, porque llegamos a alterar y no respetamos el equilibrio”, criticó.

Por ello, Canul Dzul destacó la labor que desarrollan los voluntarios y personal de los ocho campamentos, ya que, sin estas acciones de protección, el paso vehicular por estas costas, así como el saqueo de huevos, pondría en peligro de extinción tanto a la Tortuga Carey como a la Blanca.

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JG