Por tercera vez en el último cuatrimestre del año, un domicilio en estado de abandono se derrumbó en el puerto de Chelem, aunque sin ningún herido de por medio. El incidente encendió alarmas en el área de Protección Civil para asegurar un par de edificaciones con cinta precautoria pero en la periferia del Malecón Tradicional.
El desplome tuvo lugar específicamente en la calle 15 por 146 y 148 de la comisaría mencionada cuando alrededor de las 18:00 horas se escuchó un fuerte ruido que alertó al conjunto vecinal de la zona, por lo que se procedió a avisar a las autoridades municipales.
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Primeramente, acudió una unidad de la Policía Municipal para verificar si no se encontraba algún habitante en la casa, cuya antigüedad data de más de 50 años sin mantenimiento desde hace por lo menos dos décadas.
“Se trata de una casa sin habitantes, de haber estado alguien adentro hubiera pasado una tragedia. Ahora sigue llevar a cabo los protocolos obligatorios, estableciendo comunicación con el dueño de la propiedad por medio del acta catastral para saber qué acción se determinará”, indicó Aurelio Medina Pérez, titular de Protección Civil Municipal.
Se resalta que apenas en el mes de julio, se demolió una casa con las mismas condiciones que ponía en peligro la integridad de bañistas que acudían a disfrutar del mar junto al muelle de Chuburná.
En el mismo mes, pero en Progreso, se derrumbó una mueblería e inquilinos en la calle 27 por 86 y 88, aunque sin heridos de por medio, también se previno el accidente pero los dueños del predio tomaron medidas demasiado tarde.
En estos días, una casa que permanece con cinta alrededor, es una edificación ubicada en la calle 72 con 23, a tan solo una cuadra del INE, donde curiosamente también se tuvo un accidente de este tipo a pesar de ser nuevas sus instalaciones.
A diferencia de la casa derrumbada en Chelem, en el domicilio cercano al Malecón tradicional, ya se encuentran trabajadores demoliendo la construcción antes de un derrumbe que afecte a un transeúnte, ya que por su ubicación, la casa forma parte del paso de familias que acuden a la playa.
“Pensamos que sería fácil, pero las casas antiguas son sumamente sólidas, al parecer que solo el tiempo las puede tumbar. Aquí llevamos una semana derribando desde su techo hasta la planta baja”, explicó Cinder Pech, trabajador de la obra.
La otra casa en ruinas, se encuentra al final del Malecón en la zona oriente, resalta por ser una construcción con varios pisos, mismos que en cualquier momento pueden colapsar y por tal motivo permanecen con un espectacular gigante para prevenir a los bañistas.
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