En Yucatán se dio el primer paso para castigar un caso de violencia digital: un juzgado de control ordenó al Ministerio Público investigar el caso de Mónica, nombre ficticio de una joven que en 2019 denunció a sus compañeros de escuela.
René Ramírez Benítez, asesor jurídico de Mónica, comentó que el juez prácticamente reactivó el caso, luego de que, por más de 2 años, se mantuvo detenido, porque la Fiscalía se negaba a investigarlo.
“Según el Ministerio Público, no había elementos suficientes para continuar, pero hicimos valer la falta de perspectiva de género en la investigación; después de exponer ante la autoridad jurisdiccional, durante casi 7 horas, nos dieron la razón y, por tanto, ordenaron continuar las investigaciones y respetar en todo momento los derechos de la víctima.
De acuerdo con el litigante, el siguiente paso es ahondar en la investigación y que se judicialice el caso. Sin embargo, aún faltan diligencias. “Si pudiéramos englobar es ser exhaustivos con la impresión y respetar los derechos humanos de la víctima en derecho penal, esa es la retroalimentación que nos llevaríamos en los ministerios públicos involucrados”, expuso.
René Ramírez aseguró que el caso sienta un precedente que dejará huella en todo lo relacionado con la violencia digital y se convertirá en un parteaguas.
“Perspectiva de género a la hora de investigar un crimen, es lo más importante que se debe tomar en cuenta sobre todo en este tipo de delitos, pues todo lo que viven en la Fiscalía las inhibe de denunciar y creemos que el caso puede sentar un precedente de cómo debe investigarse, y de cómo las víctimas pueden manejarse ante lo que les suceda”, explicó.
Para finalizar, el abogado comentó que, aunque el fallo fue a favor, no está satisfecho, ya la necesidad de impugnar la decisión del MP significó una revictimización para la joven y su familia.
“¿Ganamos? ¿A qué costo? ¿De sufrir el daño psicológico de tanto tiempo? Hay que reflexionar sobre nuevas modalidades de investigación cuando se trate de violencia digital y cualquiera de sus vertientes, pero sobre todo que es un tema no solo de castigarlo, sino también de prevenirlo con políticas públicas y de entendimiento… se está viviendo un machismo exacerbado y eso no está bien”, finalizó.
Colectivos y asociaciones feministas afirmaron que este es un pequeño gran salto para que la violencia digital sea castigada con todo el peso de la ley. Kelly Guadalupe Ramírez Alpuche presidenta de Igualdad Sustantiva Yucatán A.C, dijo que es un precedente muy importante, ya que sería la primera sentencia en violencia digital.
“Creo que vale la pena que el esfuerzo de Mónica y su mamá, respecto a las marchas y convocatorias virtuales como coerción social ayudan a alzar la voz y visibilizar los casos”.
¿De qué trata el caso de Mónica en Mérida?
En noviembre de 2019, cuando Mónica tenía 16 años de edad, un grupo de 11 compañeros de la preparatoria donde estudiaba bajaron del teléfono de la joven un video íntimo, formaron un grupo de mensajería y difundieron las imágenes.
La reacción de la joven fue pedirle ayuda a un prefecto, quien los confrontó. Algunos aceptaron su responsabilidad, pero no detuvieron el acoso. Incluso, los ataques contra Mónica fueron cada vez más y más frecuentes.
En diciembre de ese año, la institución citó a las partes involucradas y concluyeron que no habría más acoso, pero eso tampoco detuvo a los agresores. El 30 de diciembre denunciaron los hechos ante la Fiscalía General del Estado de Yucatán
Mónica, quien dejó la escuela para frenar los ataques, intentó seguir adelante; entró a terapia psicológica, pero el acoso continuó durante 2 años vía redes sociales. Siguió reuniendo pruebas, pero en agosto de 2021 le dijeron que su video íntimo estaba en Only Fans, un sitio de pornografía, en el que exhibieron su video.
Finalmente, ayer, en una audiencia de control, la juez ordenó la investigación de su caso y sentó un precedente.
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JG