Tras los rumores de que el Huay Chivo se pasea por el municipio de Panabá, María Rebeca Chan May, propietaria de los carneros que fueron devorados hace unos días, externó que más que miedo, esta situación le causó una grave pérdida económica, ya que con estos ejemplares tenían la esperanza de obtener ingresos para mejorar su calidad de vida. La mujer piensa que se trató de un ataque de perros salvajes o de un tigrillo y no del mítico monstruo.
Añadió que su familia es de escasos recursos económicos por lo que junto con su esposo hicieron muchos sacrificios para comprar dichos carneros; dos hembras de 50 kilos cada una, uno de 40 kilos y dos carneritos de a 20 kilos cada uno, por lo que esta pérdida ascendió a aproximadamente a 7 mil pesos que destinarían para su alimentación y otros requerimientos.
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Narró que los hechos se suscitaron la madrugada del pasado miércoles mientras pastaban dichos animales en el terreno que le tienen prestado a su esposo para que los críe, ubicado frente a su vivienda en la calle 11 por 32 y 34.
Mencionó que al amanecer los encontró destazados, algunos sin viseras, otros con heridas enormes, lo cual no concebían llenándose de tristeza; mencionó que al preguntarle a sus vecinos estos indicaron que escucharon ruidos y gemidos alrededor de la 1:00 de la mañana, pero en lugar de avisarle optaron por asegurar sus casas sin salir a observar lo que aconteció.
Rebeca Chan externó que debieron enterarla, ya que no cree que se trate del Huay Chivo, pues incluso ha acudido ya muy de noche a ese lugar para cosechar unas hortalizas cuando alguien se las solicita y puntualizó que jamás ha observado nada extraño.
Recalcó que los asesinos de sus animales se pueden tratar de perros o de tigrillos, ya que hay monte alto al fondo del terreno de donde pudieron ingresar, indicó que si se tratara de dicho monstruo hubiera acabado hasta con sus pollitos de engorda, pero destacó que a estos no les hizo daño.
Por este medio aprovechó emitir un llamado de apoyo a las autoridades, ya que realmente dependían de los carneros para cubrir muchas de sus carencias, señalando que será muy difícil que nuevamente vuelvan a contar con el dinero para comprar otros, ya que su familia vive en condiciones de pobreza.
En la comunidad se vive un ambiente de tensión, ya que gran parte de los habitantes demuestran temor ante la posible presencia del Huay Chivo, esto por las leyendas de la tradición que pasan de generación en generación.
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CC