Mafia de guías en Chichén Itzá: Trafican con credenciales de Sectur; las venden en 30 mil pesos

La proliferación de guías chafa en Chichén Itzá ya está afectando todo el trabajo logrado por quienes tienen más de 30 años ejerciendo el oficio, porque ahora los turistas los están viendo como malos ojos, aseguraron varios de los “decanos” de la zona arqueológica.

Agobiados por la falta de profesionalización de la actividad, la venta de credenciales -hasta en 30 mil pesos-, y la desunión, los guías certificados y preparados están perdiendo la batalla ante los embates de improvisados que, literalmente, de la noche a la mañana, son guías.

“Hay mucha gente de Pisté, taxistas, por ejemplo, que de un día para otro se convirtieron en guías”, dice uno de los más antiguos, quien normalmente viaja en grupos desde la ciudad de Mérida. “Y los de ahí son los peores”, advierte.

Como informamos, tras el escándalo que se originó en redes sociales por la denuncia de un visitante sobre el fraude que le hizo uno de los guías que contrató fuera de la zona arqueológica de Chichén Itzá varios dirigentes de agrupaciones confirmaron la existencia de personas sin estudios y sin escrúpulos que venden sus servicios.

Incluso, se ha señalado al director de la zona arqueológica, Antonio Sánchez Ramírez, de favoritismo con algunos guías y hasta de “nepotismo” al ofrecer recorridos privilegiados -como presenciar amaneceres o atardeceres en las ruinas o subidas al Castillo- a sus amigos y conocidos.

Por Esto! acudió a la zona arqueológica y solicitó una entrevista con el funcionario, pero se negó a dar la cara, con el argumento de que estaba en una reunión; envió a uno de sus empleados a decir que “todo lo relacionado con la comunicación se veía en Mérida”, en referencia a las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Según uno de los entrevistados, la cantidad de guías acreditados por la Secretaria de Turismo (SECTUR) es tal que se han formado pequeños grupos para “pelearse” los clientes; algunos, por ejemplo,  se paran a la vera de la carretera que lleva a la zona para detener los autos y ofrecer sus servicios. Así, cuando los turistas llegan a la zona arqueológica, llevan “paquete de guía incluido”. Esto perjudica a los que están en los vestigios, en espera de abordar ahí a sus potenciales clientes.

Uno de los guías entrevistados, comentó que, si bien cada uno es responsable de cómo se prepara en lo necesario para atender a los turistas, desde hace muchos años que no se dan cursos; sobre este aspecto también dijo que la calidad de la capacitación fue de más a menos: “nos mandaron a gente para que nos enseñara a lavarnos los dientes”, recuerda.

De acuerdo con los entrevistados, la acreditación se renueva cada 4 años y, para eso, se tiene que cumplir con 160 horas de cursos, ante la SECTUR.

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JG