En entrevista con el personal de la gama de establecimientos del boulevard, estos afirmaron que temen que los contagios dentro del Estado ocasionen despidos y pérdidas económicas para sus centros de trabajo.
Alrededor de mil 500 trabajadores del sector turismo podrían detener sus jornadas de trabajo aún con los llenos totales que se han registrado dentro del puerto durante los fines de semana, esto ante un posible cierre del Malecón Tradicional, medida que ha sido precursora de que los prestadores de servicio de esta zona hayan perdido empleos e ingresos económicos durante el 2020 y 2021, fechas clave para su beneficio económico.
Según datos de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), se han detectado hasta el momento nueve casos de la variante ómicron en el puerto; sin embargo, restauranteros y prestadores de servicio del ramo turístico tienen un temor latente de que los contagios se salgan de control nuevamente, haciendo que el Gobierno del Estado tome la decisión de cerrar por segunda ocasión el sector comercial de esta índole, haciendo que la crisis económica empeore.
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“En menos de una semana ya hay nueve casos deómicron en Progreso, si esto continua aumentando somos los primeros en salir perjudicados, pues al cerrar el Malecón, por ende, cerrarán también todos los restaurantes de la zona y de áreas aledañas, mucha gente se quedará sin trabajo y muchos negocios terminarían en la banca rota, pues de puro milagro volvieron a abrir sus puertas con mucho sacrificio, somos un poblado turístico, que vivimos de los visitantes, si esto vuelve a estar desierto, quizá ya muchos nunca se recuperen”, sostuvo Osvaldo Pérez, uno de los comerciantes de la zona.
Por tal razón restaurantes del Centro y del Malecón de Progreso, están reforzando los protocolos de sanidad para evitar la propagación del virus, por lo que controlan el acceso seguro, así como la sana distancia entre las mesas, alegando que ahora más que nunca cuidarán estos aspectos con la finalidad de evitar el cierre inminente de los locales.
“Los extranjeros ya están acostumbrado a no usar el cubrebocas y en muchos lugares para que no se vayan se les permite, pero aquí en Progreso, sobre todo en los restaurantes, tenemos que cuidar este aspecto, incluyendo la sana distancia”, alegó Enrique Cimé, uno de los restauranteros.
Pese a que los negocios y lugares turísticos están prácticamente vacíos entre semana, prestadores de servicios comentaron que sus días fuertes son el fin de semana, por lo que señalaron que, si los contagios se controlan y no hay cierre de los comercios, prevén un aumento en sus ingresos hasta de un 40 por ciento; sin embargo, esto depende de la propagación del coronavirus.
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CC