Una mujer expuso en redes sociales que personal del Hospital Ignacio García Téllez, mejor conocida como la T1, dio por muerta a su mamá, quien fue ingresada en el área de urgencias por problemas de hipertensión arterial.
La derechohabiente, quien se identificó con las iniciales R.V.M., detalló que llevó a su mamá, de 60 años de edad, a la clínica T-I, pero presuntamente no había camas suficientes, así que la dejaron ingresada en urgencias para estabilizarla.
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Cuando regresó al día siguiente para saber el estado de salud de su mamá se llevó enorme susto, porque personal de vigilancia le dijo que su familiar había fallecido, ya que su nombre no aparecía en la lista de pacientes en urgencias.
En su desesperación, la mujer preguntó a uno de los médicos, quien le informó que su mamá no estaba muerta, sino que fue trasladada al área de piso para recibir una mejor atención y por ese motivo su nombre no aparecía en la lista.
La afectada indicó que la pasó mal al creer que su mamá había fallecido, por lo que hizo un llamado a tener un poco más de cuidado en ese tipo de situaciones.
Otros casos
El pasado 16 de octubre, a casi un mes de que ingresó y en espera de ser intervenido quirúrgicamente, un paciente identificado como Joel Balam, permanecía internado en la clínica T-1, para una cirugía por una fractura del tercio medio del húmero izquierdo, porque carecían de los materiales médicos.
La operación se pospuso en dos ocasiones y al final sus familiares tuvieron que pedir apoyo, a través de las redes sociales para conseguir los clavos que se requerían para la operación. El hermano del afectado indicó que fue internado desde el 24 de septiembre, tras sufrir una fractura mientras practicaba rugby en el campo de la secundaria Agustín Vadillo Cicero. Fue trasladado al IMSS, donde pasó todo ese calvario.
También se han dado casos como el de Paola Hernández, quien pidió ayuda para comprar unos clavos que servirían en la operación del brazo que se fracturó cuando intentó evitar arrollar a un perro.
Lo mismo ocurrió con Carmen Ek, quien esperó casi cuatro meses para ser operada de la rodilla que se lesionó en un accidente de moto. A ella le pospusieron tres veces la fecha de operación porque el IMSS no contaba con el material médico.