Uno de los principales atractivos de la Península de Yucatán no se encuentran a la vista de todos, hace falta descender para entrar en un mundo subterráneo en donde descubrirás creaciones naturales que destacan por inigualable belleza y el misterio que los rodea.
Estás formaciones rocosas caprichosas, son conocidas en otras partes del mundo como dolinas, que se forman tras el colapso del techo de una cueva subterránea y que es frecuente en los tipos de suelo de roca caliza como el que impera en el suelo de la Península de Yucatán, donde se les conoce como cenotes.
Los cenotes para los Mayas
La palabra cenote viene de los vocablos ts'onot o ts'ono'ot que en lengua maya significa "cosa honda”, “abismo” o “profundidad” y dentro de la cosmogonía de los pueblos prehispánicos, los cenotes eran la puerta al inframundo y considerados lugares sagrados en donde muchas veces se hacían sacrificios humanos o se realizaban ofrendas para sus dioses.
¿Qué son los cenotes?
Son cuerpos de agua de gran profundidad, un fondo inestable, que se llenan por la filtración del agua de lluvia y por las corrientes de ríos subterráneos, que conectan entre ellos a algunos cenotes.
Debido sus características químicas del agua, una temperatura estable, la falta de luz y los sedimentos finos y mineralizados, estos espacios han favorecido la preservación de vestigios arqueológicos así como paleontológicos.
Alrededor de su historia y los nombres por los que son conocidos, los cenotes son fuentes inagotables de leyendas y mitos.
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