Terminó la Temporada de Huracanes 2022 con saldo blanco para la Península de Yucatán y, de paso, el Estado cumplió 20 años sin recibir impacto de algún ciclón devastador, pues el último fue “Isidoro”, en 2002.
El periodo ciclónico rompió con todos los pronósticos porque, debido a la presencia de La Niña, se esperaba que fuera activo, con hasta 21 fenómenos; sin embargo, no solo hubo menos de lo que se esperaba (se formaron 14 en la cuenca del Atlántico), si no hubo largos periodos —de hasta 52 días— sin una sola amenaza, recordó Juan Vázquez Montalvo, del Comité Institucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos (Ciafeme), de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Noticia destacada
Mérida con más casos de VIH en Yucatán; hay presencia de contagios en 104 municipios
Luego, de “Isidoro”, en la Entidad se han sentido los efectos indirectos de ciclones, como ocurrió con “Dean”, en 2005, pero no hubo afectaciones de consideración y mucho menos pérdidas humanas. Sin embargo, reiteró que, en el pronóstico de huracanes, no hay nada escrito, pues de la misma forma que puede llegar alguno en los próximos años, pueden pasar otras dos décadas sin que impacte el Estado.
Respecto a la recién concluida temporada, recordó que todos los modelos matemáticos, como las agencias de buró meteorológico y las prestigiadas instituciones del ramo, como la Universidad Estatal de Colorado o la propia Administración Oceánica Nacional (NOAA, por sus siglas en inglés) predijeron un “muy activo” periodo huracanado; se proyectaron entre 20 y 21 ciclones, similar a otros intensos como 2005 y 2020. Esta última fue la más activa de todos los tiempos.
Resultó que las aguas del Atlántico subtropical estaban más frías de lo normal y eso influyó para que no se desarrollaran huracanes, ya que inyectaban aire seco a la zona y, por ende, les robaba toda la humedad a las ondas tropicales vigorosas que salían de África.
“Junto con la presencia de ‘La Niña’, (los vientos secos) se encargaban de que los ciclones tropicales no crecieran y (se) desarrollaran como se esperaba; esa fue la constante de esta temporada ciclónica, y no fue sino hasta septiembre que estas condiciones de aire seco empezaron a cambiar, pero ya era tarde para que la temporada ‘enderezara su camino’ en el desarrollo de los fenómenos”, señaló.
Sin embargo, aunque el periodo actual apenas si cumplió con el promedio, de 14 ciclones para esta región, fue una mala temporada para la cuenca del Atlántico, golfo de México y mar Caribe, ya que 4 sistemas de los que lograron formarse provocaron muerte y destrucción en las zonas que afectaron.
También hubo seis huracanes moderados, categorías 1 y 2 en la escala Saffir-Simpson: “Danielle” categoría 1, y “Earl”, categoría 2, en el mes de septiembre; “Julia”, categoría 1, en octubre; “Lisa”, “Martín” y “Nicole”, categoría 1, en noviembre. Se formaron dos intensos, categorías 3, 4 y 5: “Fiona”, de categoría 4; e “Ian”, categoría 4, en septiembre.
Además, surgieron las depresiones tropicales 11, en septiembre, y 12, en octubre sin llegar a desarrollar a tormentas tropicales.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC