A una semana de la Nochebuena, las calles del Centro Histórico de Mérida están llenas de compradores que esperan gastar la quincena y el aguinaldo en regalos para la familia y los seres queridos, alegando que es la última oportunidad para ver sus obsequios, pues la próxima semana es Navidad y las tiendas estarán, además de a reventar, con escasez de mercancía.
Desde las primeras horas del día miles de yucatecos hacían fila en las tiendas de ropa, zapatos, juguetes y electrónicos del Centro de Mérida, que al abrir sus puertas recibieron a la ola de gente que se apresuraba para aprovechar las mejores ofertas.
“Sabía que esto iba a pasar, en diciembre siempre hay mucha gente, más los fines de semana, que es cuando la mayoría descansa y puede salir a hacer sus diligencias. Me atrevería a decir que este año hubo mucha más gente que antes de la pandemia, pues aunque el año pasado ya se daban las fiestas y reuniones, éste es el primero después de la llegada de la pandemia en la que no hay restricciones, por lo que tampoco hay un control en las tiendas donde la capacidad sea mínima y eso hace que todos se amontonen”, dijo Alejandra Salvador.
Por su parte, los encargados de las tiendas señalaron que, aunque las ventas han aumentado más del 200 por ciento en las últimas semanas, las incidencias han estado a la orden del día, más de un comercio reportó niños perdidos y adultos mayores atropellados, entro otros, por lo que piden a los clientes tener paciencia y un poco de mesura al hacer sus compras.
“Las ventas van de maravilla, en esta época del año es cuando más gente hay y como la mayoría trabajamos por comisiones nos viene bien un dinero extra, lo único malo es que hay mucho empujón, golpes y niños extraviados, entre otras cosas, pedimos a la gente que, así como va a comprar no traiga niños y adultos mayores y que tengan mucho cuidado. Además, pedimos a la gente que no se empujen, porque podrían causar un accidente mayor”, dijo Gabriel Herrera, encargado de una tienda.
Por otro lado, por la aglomeración en calles del Centro de Mérida, algunos peatones tuvieron que bajarse de la banqueta, apoderándose de casi la mitad de la vía asfáltica, los automovilistas se molestaron al tener que esquivar a los paseantes, pues en un descuido podría haber algún atropellado.
“La gente no tiene conciencia de que, si está debajo de la acera puede ser atropellada, peor aún es que cruzan las calles cuando el semáforo está en verde tratando de ganar tiempo, pero si uno los arrolla la culpa es nuestra. Por favor no hagan eso, no quisieran pasar Navidad en el hospital o muerto”, dijo José Canché, conductor
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JG