Santos Eliézer Cool May, de 66 años de edad, es un campesino de Teabo que desde hace cuatro décadas confecciona zapatos de huaraches; el hombre aprendió este oficio de manera autodidacta y es uno de los pocos que se sigue dedicando a esta actividad, misma que alterna con la agricultura para conseguir un ingreso económico.
“Antes, viajaba hasta a Tekax a encargar mis huaraches, pero en cierta ocasión me quedaron pequeños y se me vino a la mente repararlos, me dije a mí mismo que yo también puedo hacerlos, así que desarmé y volví a armar varias veces mis zapatos hasta que fui aprendiendo poco a poco”, relató en lengua maya.
En su hogar, ubicado sobre la calle 28 entre 29 y 31, el sexagenario fue platicando parte del peculiar oficio que aprendió de forma empírica y ha perfeccionado a lo largo de 40 años; lo que inició por simple curiosidad, se convirtió en un trabajo que le permite la obtención de un ingreso adicional.
Santos Eliézer platicó que comenzó con la elaboración de dichas sandalias de cuero cuando vivía en un rancho ubicado en la comunidad de Cantamayec; a los pocos años, se estableció en la población de Teabo, donde continúa confeccionando el tipo de calzado.
Con el paso de los años, fue adquiriendo algunas herramientas básicas y fabricando otras a base de fierro, de acuerdo con su utilidad; “poco a poco he ido logrando mis herramientas, me faltan varias, pero pues es lo que hay”, añadió.
Cool May externó que, en sus inicios, trenzaba el cuero directamente desde los pies de las personas, pero al ser un trabajo laborioso, optó por comprar hormas (moldes) para tener una medida estándar y elaborar las piezas sin premura.
“Parece un trabajo fácil, pero lleva su tiempo; hay que cortar la llanta, pero eso también tiene su maña; hay que seleccionar el cuero, cortar los moldes, tejerlos, clavar la suela y armarlos; a eso le sumamos que el costo del cuero ya subió bastante”, puntualizó.
A lo largo de los años, el hombre ha convertido cada espacio de su hogar en su pequeño taller; desde el patio del predio hasta el interior de su hogar, dependiendo de las condiciones del tiempo.
Además de los tres tipos de huaraches de cuero que elabora, el hombre también realiza los conocidos como “sapos”, asimismo, realiza el armado de sillas de madera y cuero. Es de las únicas personas que confecciona huaraches en la comunidad.
“Llevo 40 años realizando huaraches, pero la verdad no me dedico solo a eso, también trabajo el campo, hago un poco de albañilería y hasta de carpintería. Los zapatos que hago mayormente son por pedido”, relató.
Precisó que, si bien, el tipo de zapatos tradicionalmente está asociado con la actividad del campo, también hay gente que ha optado por utilizarlas de forma cotidiana como un zapato casual, sobre todo por su durabilidad.
Actualmente, en la comodidad de su hogar, Santos Eliezer Cool mantiene vivo dicho oficio, mientras lo alterna la agricultura. Finalmente, manifestó la intención de solicitar algún tipo de apoyo para la adquisición de otras herramientas, como una máquina para costurar zapatos.
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CC