Se registró un incremento de casi el 40 por ciento en trastornos alimenticios en Yucatán tales como la anorexia, bulimia, obesidad y desnutrición, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia el Estado sumó 11 mil 620 casos de dichos padecimientos, a comparación del cierre del 2021, donde el conjunto de estos acumuló ocho mil 373 pacientes, es decir tres mil 247 menos.
La Secretaría de Salud, reveló que los casos de obesidad en Yucatán durante el año pasado fueron 10 mil 695, de los cuales siete mil 25 fueron mujeres y únicamente tres mil 670 hombres, sin embargo, esta cifra aumentó un 40.15 por ciento en tan solo un año, ya que en el 2020 solo se dieron siete mil 631 casos. Asimismo, el Estado acumuló solamente 32 casos de anorexia y bulimia entre otros trastornos nutricionales.
Mientras que en el 2020 sólo se registraron 20 casos, de igual manera, en el caso de la desnutrición, durante el 2021 se diagnosticaron 891 casos, y un año anterior se contabilizaron únicamente 722 teniendo un alza de 23.1 por ciento.
La psiquiatra Nancy Güémez, manifestó que los trastornos alimenticios cada vez se ven con más frecuencia y se están identificando en edades muy tempranas.
“Los estándares actuales de belleza afirman que, mientras las personas, sobre todo, mujeres estén más delgadas son más bonitas, eso deriva en los principales trastornos de nutrición como lo son la anorexia y la bulimia”, explicó.
“Estas patologías lo que hacen es desarrollar una conducta de privarse de los alimentos o comer en exceso e inducirse el vómito para mantenerse delgados”, añadió.
“No obstante, del otro lado de la moneda nos encontramos con la obesidad, que si bien no es un trastorno sí es un problema que deriva en muchas ocasiones a otros padecimientos como la ansiedad, depresión o rechazo”, dijo la especialista.
Güémez señaló que dichos trastornos pueden llevar al individuo a la muerte o el suicidio, esto cuando se alcanzan grados muy altos de depresión, por lo que recomendó enseñar a los niños hábitos saludables de alimentación.
“El rango de edades donde se presentan mayormente estos trastornos de la alimentación en la actualidad es de los 12 años a los 25 años. Esta es una brecha muy grande y cada vez se expande más, por eso hay que enseñarles a los pequeños, desde muy temprana edad, a llevar una dieta sana y equilibrada. Ojo, no digo que se eximan de comer lo que les guste, pero sí con moderación. Pero, sobre todo, respetar sus cuerpos, enseñarles que lo que es bueno para uno no es bueno para todos”, finalizó.
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CC