En la víspera que un juez determine si se reabre la megagranja de cerdos PAPO, filial de Kekén, la población de Homún mantiene la calma, pero sigue firme la propuesta de tomar medidas de resistencia civil en caso de que el resultado sea negativo para la población.
“No vamos a permitir que se reabra la granja, vamos a tomar las medidas que sean necesarias, lo que la asamblea decida”, afirmó tajante José May Echeverría, uno de los Guardianes de los Cenotes, de la organización Kanan Ts´ono´t, pues hoy lunes el Juez Segundo de Distrito, Rogelio Leal Mota, emitirá un fallo sobre el caso.
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Evidentemente, también por el lado de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), filial de Kekén, hay nerviosismo. POR ESTO! constató que el guardia que cuida la entrada de la granja estaba presuntamente armado. Incluso, cuando el reportero se acercó para intentar platicar con él, puso su mano derecha sobre el cinto, con la intención de sacar el arma.
May Echeverría dijo que la empresa PAPO tiene miedo y lo demuestra contratando a gente de seguridad privada para amedrentar a quienes se acercan a la granja y no sólo eso, hasta graba video para reportarlo a sus superiores.
Y no es la primera vez que sucede, recientemente POR ESTO! también buscó hablar con la gente de PAPO y el guardia sacó un machete, que luego tiró al piso para evitar que se le fotografíe.
“¡Claro que no vamos a permitir la reapertura de la granja!, ¿cómo un juez que no vive aquí quiere tomar decisiones pasando por encima del pueblo de Homún?”, dijo. Recientemente, la agrupación Indignación presentó una denuncia por amenazas contra una familia de la comunidad, al parecer, por parte de la granja.
La denuncia se interpuso y hasta ahora no se sabe el curso que tiene. “La señora no volvió a recibir alguna amenaza, lo que hizo es que apagó definitivamente su teléfono”, precisó José May Echeverría.
Como se sabe, los niños y niñas de Homún promovieron la suspensión de la actividad de la granja por la contaminación que significa la crianza de miles de cerdos, cuyos desechos se filtran al subsuelo causando severos daños a los mantos acuíferos, sobre todo que en este municipio hay más de 300 cenotes. Además, las autoridades nunca consultaron a la comunidad.
Homún es el epicentro del área conocida como Anillo de Cenotes, uno de los centros acuíferos más importantes de Yucatán, genera empleos turísticos a más de 300 personas, sin incluir a los 350 taxistas que también realizan la labor de traslado y contacto con los visitantes.
Cada fin de semana, este municipio recibe de mil a dos mil visitantes que recorren dos o tres o más cenotes, dejando una derrama económica de alrededor de medio millón de pesos. Cuenta con alrededor de 15 pequeños hoteles y hay sitios de hospedaje particular que se promocionan en redes sociales.
Ubicado en la zona centro de Yucatán, Homún tiene 7,268 habitantes, según el más reciente censo de población y vivienda del Inegi, y de acuerdo con May Echeverría, el 50% de la población vive de la actividad turística relacionada con los cenotes.
De los 300 cenotes que hay por la zona, 25 operan como sitios turísticos, varios de ellos cuentan con restaurantes y atractivos como tirolesa y paseos por la naturaleza a caballo o “truck” jalados por caballos.
El mototaxista Ángel Rodolfo Nah Sánchez, uno de los 350 que hay en la comunidad, realiza una doble labor. Además de trasladar a los visitantes a los cenotes también ofrece servicios de guía de turistas y por ello cobra hasta 300 pesos por cada operativo para llevar el sustento a su familia.
“Nosotros estamos dispuestos a tomar las medidas que sean necesarias en caso de que haya un fallo contra la comunidad. Estamos dispuestos a apoyar a la comunidad”, dijo al referirse a las decisiones del juez Leal Mota.
“Es muy malo que haya una planta de cerdos que contamine en agua de los cenotes, que son maravillas de Yucatán”, comentó un turista que disfrutaba de las aguas transparentes del cenote Santa Cruz.
Los Guardianes de los Cenotes y el Grupo Indignación han recibo el apoyo de organizaciones como Greenpeace México, que recientemente entregó a la autoridad federal más de 18 mil firmas electrónicas de rechazo a la empresa PAPO y a Kekén.
Hoy esperan que el juez Leal Mota emita un dictamen sobre si retira o no la suspensión de actividad de la mega granja de Homún. Apenas la semana pasada, los asesores legales presentaron una denuncia contra PAPO por falsificar un dictamen que supuestamente realizó la Universidad Autónoma de México (UNAM) y que entregó como prueba ante el Juez Leal Mota para insistir en la reapertura de la granja.
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JG