A dos años de las graves inundaciones por las lluvias del 2020, actualmente el Norte de Mérida se encuentra a sólo 2.18 metros sobre el nivel medio del mar; de presentarse una tormenta similar a Cristóbal esta zona volvería a sufrir daños, además de otros puntos de la capital que quedaron a pocos metros de inundarse.
Juan Vázquez Montalvo, meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), comentó que con el paso de Cristóbal en noviembre del 2020, el nivel máximo del agua al nivel del mar llegó hasta 5.20 metros, por la sequía entre ese mes y mayo del 2021 descendió hasta 2.55 metros. Sin embargo, tras las lluvias y frentes fríos de noviembre del 2021 hasta abril del 2022, el nivel del agua solo bajó .37, manteniéndose en 2.18 metros.
“Si hablamos en números redondos, el nivel del agua sólo ha bajado tres metros, es decir el 60 por ciento, y tenemos un 40 por ciento del nivel tope de rebose, estamos como si acabara de pasar el huracán Isidoro en el 2002, que hizo que incrementara hasta 2.20 metros, o cuando paso Gilberto, que se elevó a casi dos metros de altura. Por tanto, el peligro no ha pasado”, aseguró.
El especialista apuntó que con sólo una tormenta que traiga 400 litros por metro cuadrado de agua, bastaría para llegar nuevamente a los 5.20 metros del 2020.
Zonas de Mérida y Yucatán, en riesgo
Las zonas que estarían en riesgo serían Ciudad Caucel, Las Américas y todas las comisarías del Norte de la capital, además de los ranchos que conectan entre Tizimín y Río Lagartos.
Vázquez Montalvo señaló que cuando se presentaron estos fenómenos, académicos y especialistas recomendaron parar la creciente industria inmobiliaria que sigue ampliando las planchas de cemento y destruye los recursos naturales en los montes de la zona metropolitana, destacó que aún con esta alerta “pueden más los intereses económicos”.
Según el monitor de sequía de la Conagua, Yucatán se encuentra en el lugar número 31 de los Estados con mayor presencia de sequía, y aún con la fuerte ola de calor los datos apuntan a que los frentes fríos amortiguaron el problema.
Sólo en marzo llovió 44.3 litros por metro cuadrado, cuando el promedio es de 22.4; en febrero fue 46.1 contra 34.5, “si comparamos las lluvias que han caído en el Estado sí se han acumulado importantes cantidades de agua en estos primeros tres meses, pero hay zonas donde las precipitaciones no han estado por arriba del promedio”, dijo.
En lo que antes era la zona henequenera llovió dentro del promedio, con 2.6 litros por metro cuadrado en enero; 31.5 en febrero y 18 en marzo, con un nivel mayor al esperado. En zona del Sur del Estado llovió por debajo del promedio, al igual que el Oriente, cerca de Quintana Roo.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC