Personas de otras partes del país que fueron cautivados por los “loteros” empiezan a dudar si hicieron una buena elección al iniciar procesos de compra venta de terrenos en la zona de Dzidzantún.
Carlos Eduardo Torres Vela desde Guadalajara hizo inversión en Yucatán, comprando dos lotes entre Dzidzantún y Santa Clara, comisaría que da al puerto. Uno a Brisas Maravela y otro Mara Azul.
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Está en proceso de pago de 69,733.80 pesos por el lote de inversión en Maravela y 53,700 pesos por el de Mara Azul, ambos se hallan aproximadamente a siete kilómetros de la cabecera municipal.
A través de las publicaciones de POR ESTO!, Torres Vela se enteró del fraude que una empresa hizo a las hermanas Esther y Lourdes Massa, quienes compraron lotes en la comisaría de Sierra Papacal, frente al Parque Científico y Tecnológico de Mérida.
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A las hermanas no se les entregó el terreno y tampoco ha caminado la demanda que presentaron contra el propietario del lote de inversión.
Preocupado, Torres Vela contactó a este periódico para saber más del asunto de los lotes de inversión que se venden en la zona metropolitana de Mérida y la costa.
Dijo que pronto vendrá a la entidad para ver físicamente los terrenos que compró y verificar con algún abogado los contratos que firmó, ante el temor de ser estafado.
En Brisas Maravela pagó 2 mil 700 de enganche y la parte restante en mensualidades, con el compromiso de pagar y recibir el terreno en abril del 2023.
Entre las cláusulas del documento claramente se establece que en caso de adeudar dos mensualidades consecutivas, queda ante la posibilidad de que se cancele el contrato y en ese caso no recibiría ningún reembolso.
Con Mara Azul el enganche fue de 8 mil 55 pesos y el saldo sería pagado en mensualidades, por atrasos en el pago de la mensualidad (cinco días de margen) se aplica una penalización de 300 pesos y por incumplimiento de dos meses está ante la posibilidad de perder su inversión.
Pareciera que los lotes no son muy buena inversión. Sin embargo, Torres Vela continuará con sus pagos y esperará los términos legales para recibir el terreno y escriturarlo a su nombre. En este caso, de pagar puntualmente él no tendría ningún problema en los términos del acuerdo.
Está consciente que compró un espacio de tierra en una zona donde los servicios no llegarán pronto, aunque él tiene la intención de venir a vivir a Yucatán para disfrutar de la tranquilidad que caracteriza a la entidad.
Así como Carlos Eduardo Torres Vela hay decenas de personas que a través de las redes sociales se enteraron de la venta de lotes de inversión, y tomaron la decisión de comprar uno con la esperanza de residir en Yucatán.
POR ESTO! dio a conocer ayer que el presidente nacional de Canadevi, Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, consideró que los loteros están poniendo en riesgo a las familias al vender espacios en medio de la nada, sin que en corto tiempo se puedan habitar.
Además, fracturan el crecimiento urbano porque se ubican a las afueras y condicionan a que las autoridades municipales, en muchos casos sin recursos, se ocupen de darles servicios básicos.
Torres Vela pronto vendrá a verificar sus lotes de inversión y cerciorarse de que hizo una buena compra.
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CC