Yucatán

Comisario de Chicxulub denuncia venta ilegal de terrenos ejidales a loteros

Más del 60% de los espacios ejidales se vendieron de forma ilegal en Chicxulub Pueblo a los llamados loteros, así lo denunció el comisario ejidal José Francisco Ley Ku

Más del 60% de las tierras ejidales que en los últimos años fueron vendidas presuntamente de forma ilegal a dos empresarios locales, en Chicxulub Pueblo, ahora son usadas por loteros que comercializan terrenos sin servicios básicos. Por lo pronto, el comisario del poblado ha iniciado una campaña ante el Registro Agrario Nacional (RAN) para recuperar lo que, considera, fue arrebatado ilegítimamente al ejido, con el aval de exautoridades que le antecedieron.

El nuevo comisario, José Francisco Ley Ku, señala a dos empresarios: Gabriel Guzmán Millet y Gerardo Millet, de ser quienes tienen posesión de la mayor parte de las mil 800 hectáreas de tierras ejidales que en los últimos años los dirigentes vendieron -según dice- a través de asambleas amañadas.

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Ley Ku aseguró que está dispuesto a “destapar la cloaca” de la venta ilegal de tierras en Chicxulub Pueblo y afirmó que los nombres de Gabriel y Gerardo no aparecen por ningún lado en el Registro Agrario Nacional (RAN), ni en calidad de avecindados, lo que demuestra que no forman parte del ejido y, por tanto, estarían impedidos de adquirir extensiones de tierras en esa zona, o bien, lo hicieron ilegalmente.

A 20 días de haber tomado posesión como nuevo líder ejidal, Ley Ku halló (según la carpeta que data de 1929) que 200 campesinos tienen 4 mil 723 hectáreas, pero sólo aparece en papel, y que en los hechos están “supuestamente vendidos” a empresarios que se ostentan como desarrolladores inmobiliarios.

Esto le permite a la autoridad la ventaja de iniciar recursos legales ante el Tribunal Agrario para revertir y poder recuperar esas tierras que hoy están en manos de quienes promueven desarrollos inmobiliarios a lo largo de la carretera que va de Chicxulub Pueblo a Chicxulub Puerto.

En la asamblea del 23 de marzo pasado, el ejido acordó escriturar la casa ejidal que por décadas tenían en posesión, pero que tampoco ellos mismos habían legalizado. Además, propusieron “destapar la cloaca” y sacar a relucir quiénes han sido beneficiados con las ventas ilegales de tierras del ejido.

Por ejemplo, en el Grupo 9, que pertenece al ejido de San Isidro, los antiguos líderes ejidales vendieron 650 hectáreas a Gabriel Guzmán Millet, pero sólo pagó una parte, de modo que el negocio nunca se cerró. Incluso, recientemente envío a una emisaria para tratar de pagar 100 mil pesos en efectivo a un líder para dar por terminado el asunto, pero tampoco se concretó el objetivo.

Ley Ku viajó a la Ciudad de México para entrevistarse con funcionarios del RAN y ahí mismo le informaron que no hay ningún nombre de avecindado o documento oficial a nombre de Guzmán Millet y que por medio de un juicio puede recuperar las tierras.

El Grupo Ejido No. 7 vendió 800 hectáreas camino a Chicxulub Puerto y el Grupo No. 6, también vendió otras 400 hectáreas. Además, hay varias hectáreas menores en manos de otras personas, entre ellas Francisco Torres Rivas, cuyos nombres tampoco están registrados en el RAN.

En Uaymitún, el ejido de Chicxulub tiene nueve hectáreas, pero ahora hay grandes residencias veraniegas. Ley Ku afirmó que litigará esas tierras para poder recuperarlas o que los propietarios paguen de 2 mil a 2 mil 500 pesos el metro cuadrado de tierras.

El dirigente ejidal expuso que esos empresarios ahora son los que venden fantasías en el monte, los llamados loteros. De hecho, a la vera de la carretera hay un enorme letrero que anuncia la venta de un terreno que tiene un “lago”. Ley Ku dijo que esas tierras le pertenecen al ejido y que ese supuesto “lago” es derivado de las excavaciones de un banco de piedras.

“No tengo miedo de exhibir lo que pasó en el ejido con los anteriores dirigentes, como Luis Reyes Cauich, Luis Reyes Couoh y Carlos Escalante Chalé, quienes han estado en los últimos diez años al frente de todo este proceso que vamos a revelar a la sociedad y al ejido”, dijo.

“Yo no voy a tratar con fantasmas o jefes, mejor que vengan de manera presencial si quieren regularizar o tratar el asunto de esas tierras que supuestamente les vendieron”, remarcó.

Desarrollos en el monte

A lo largo de la carretera que une Chicxulub Pueblo y Chicxulub Puerto hay diversos tipos de ofertas de ventas de lotes y de desarrollos inmobiliarios en medio del monte.

En el recorrido que efectuó Por Esto! detectó por lo menos nueve desarrollos o proyectos: Albatros, lotes residenciales premium; Club House, Porto Fino tiene en venta de un terreno con lago y otro terreno de 22 hectáreas con luz; también están Real Ceiba Maya, Sinahn-Kai (227 lotes), Solena y ZuLuz.

En la mayoría de estos proyectos se ofrece atractiva publicidad de zonas arboladas y amplios jardines, pero en los hechos los desarrollos han acabado con los árboles y con el mangle, como el que se ubica frente al parque eólico.

ZuLuz se anuncia con motivos del meteorito de Chicxulub. También se encuentra Solena, un desarrollo que está cerca de una empresa dedicada a la cría de pollos cuyo olor se reconoce desde varios kilómetros; y Ceiba Maya, que vende lotes premium, solo tiene la fachada y una ceiba.

De acuerdo con Ley Ku varios de esos negocios que se ofrecen a lo largo de la carretera pertenecen a tierras ejidales y que con seguridad no ofrecen certeza jurídica al comprador. “Nosotros vamos a trabajar para que las tierras regresen a manos de los verdaderos ejidatarios”.

Con bolsa de dinero

Uno de los ejitadatarios, Juan Cocom Cruz, reveló que una persona enviada por Gabriel Guzmán Millet llegó hasta la puerta de su casa con una bolsa de dinero que contenía 100 mil pesos para con ello finiquitar un proceso de venta a favor de su “jefe”.

“Yo no acepté nada. Le dije: Sabes qué, nena, no lo acepto. Si yo fuera ambicioso lo hubiera aceptado. Ella se molestó y agarró el dinero y se fue”, narró Cocom Cruz.

En ese momento, Guzmán Millet había dado un anticipo por 130 hectáreas y faltaba el pago de 70 hectáreas. Según Cocom Cruz los ejidatarios recibieron 15 mil pesos por cada hectárea, mientras que los líderes se llevaron la mayor parte. Las cuentas que sacó es que por las 130 hectáreas el grupo ejidal recibió 1 millón 950 mil pesos, pero el 50% se quedó en manos de los dirigentes (975 mil). Sin embargo, como el asunto no quedó cerrado, la propiedad aún podría ser recuperada.

Ley Ku afirmó que por eso darán la pelea para recuperar la gran cantidad de tierras que se vendieron ilegalmente, pues ninguna está asentada ante el RAN y que por ello podría revertirse.

“Los que ahora venden tierras, terrenos o proyectos tienen que revisar cómo está legalmente la propiedad, pero nosotros sabemos que los tiene el ejido”, aseveró.

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JG